Decidir, decidir y decidir
Tomar decisiones puede ser difícil, pero es a través de ello que capitaneamos nuestra vida. ¿Cómo darnos cuenta de si estamos tomando una decisión correcta?
“Al hombre se le puede arrebatar todo, excepto una cosa: La última de las libertades humanas –la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias-para decidir su propio camino.” Viktor Frankl
“En cualquier momento de decisión lo mejor es hacer lo correcto, luego lo incorrecto, y lo peor es no hacer nada.”
Theodore Roosevelt (1858-1919) Político estadounidense.
Si algo nos empodera en la vida, es decidir…
En la vida aprendemos a decidir.
Una decisión consciente aportara una acción esencial acorde con una necesidad o anhelo. Una decisión es la madre de una acción. Nos conecta a nuestro poder personal.
De algún modo no dejamos de ser lo que hicimos o lo que dejamos de hacer. Las decisiones nos configuran.
A muchas personas les cuesta decidir.
Un esquema clásico es decidir algo, y repasar la decisión cada día, en vez de descansar en lo decidido. Si decidiste algo no lo remuevas más, no podemos votar cada día. Si cada día vamos a nuestro parlamento interno empezamos a marearnos, confundirnos y alimentamos el mecanismo de la obsesión.
Tomar decisiones puede ser difícil, pero es a través de las decisiones que tomamos y capitaneamos nuestra vida.
Observemos la importancia de decidir…
- No decidir puede tener un coste evidente, sigo sufriendo en una relación o incluso puede costarnos oportunidades únicas.
- Decide algo, quizás si te defines te des cuenta que quieres otra cosa o lo contrario. Si tocas un botón tendrás más información esencial.
- Define lo que depende de ti, lo que no depende de ti no depende de ti y punto. Hazte cargo de lo tuyo.
- No albergues expectativas irreales, a veces decidir no solventa todos tus problemas existenciales o, si decides finalizar una relación es posible que entres en un proceso doloroso de duelo. Relaciónate con lo real.
- Si no te sientes preparado para tomar una decisión postérgala si lo necesitas, estás en tu derecho, pero no te fustigues por no haberla tomado. Respeta tus límites.
- No te aísles. Pide ayuda a un profesional o a alguien de confianza. Con una o dos personas es suficiente. Menos es más.
- No hables de tu indecisión todo el día. Hablar mucho de algo alimenta la obsesión y la frustración por no ser capaz de decidir desde uno mismo. Nutre tu autocriterio.
- Evitar decidir alimenta estrés y el stress no facilita la elección ni nos hace felices.
¿Cuál es la decisión «correcta»?
Lo que nos suele “neurotizar” es la búsqueda de una opción correcta. No hay una opción «correcta».
Lo que decidas desde tu sentir es lo correcto, después ya veremos qué haces con las consecuencias de tu decisión. Si decides desde ti, ya es correcta la decisión. En el acompañamiento terapéutico de las sesiones la persona aprende a descubrir y a confiar en su autocriterio.
Para aprender a decidir desde ti es esencial creer que estás preparado para afrontar las consecuencias de tu decisión, sino confías en ti, lo tenemos mal. Si no te sientes preparado, busca cómo llegar a sentirte preparado.
Para la mayoría de las opciones, estaremos preparados. Aprende a confiar en que estaremos bien.
En su lugar, tomemos una decisión y sigamos el camino.
“Al hombre se le puede arrebatar todo, excepto una cosa: La última de las libertades humanas –la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias-para decidir su propio camino.”
Viktor Frankl
Psiquiatra y psicoterapeuta austríaco, 1905 – 1997
Decidir nos empodera.
2 respuestas
Excelente y acertado más en este proceso de mi vida en el que estoy muy interesante esta frase de que si algo nos empiédralo en la vida es decidir muy atinado para mi.
Hola Rocío, nos encanta que nuestro artículo sobre el empoderamiento que nos da la capacidad de decidir te haya ayudado en este momento de tu vida. Es es uno de los objetivos de nuestro blog, poder ayudar a través de la palabra escrita, a vuestros procesos de crecimiento. Saludos