El ejercicio de los 4 trofeos, de Jordi Gil y Marcelo Antoni
Cualquier final de ciclo es bueno para verse y ver la propia vida. En este post compartimos el ejercicio de los cuatro trofeos, creados por los terapeutas Gestalt Jordi Gil y Marcelo Antoni, para que tomes conciencia de tus trofeos pasados y futuros en estas fechas especiales de final de año. ¡Responsabilízate de tu vivir!
El año se acaba. Más allá de lo comercial y lo emocional asociado a estas fechas, cualquier final de ciclo es bueno para verse y ver la propia vida.
Y desde esta auto visión las preguntas importantes a respondernos son:
- ¿Soy feliz?
- ¿Me estoy cuidando?
- ¿Qué es lo que necesito?
- ¿Qué es lo que me doy y que me estoy quitando?
Nada más, ni nada menos. Recuerda que esta vida es para ti. Los dioses son caprichosos, son crueles y también son benévolos, lo que está claro es que no están obligados a darte nada. La vida no puede ser exigida, se te concedió el privilegio de vivir, no todo llego a encarnarse. A partir de aquí es tu responsabilidad. No le des más vueltas, ubícate como adulto, responsabilízate de tu vivir.
“No es el pasado lo que nos detiene, es el futuro; y cómo lo debilitamos, hoy.”
Viktor Frankl
Una de las funciones de tener un espacio de terapia individual, es recordarte de tu responsabilidad con tu vida. Nos despistamos fácilmente en la inercia del stress, es importante tener a alguien siempre cerca que nos recuerde que nuestra sagrada vida está en nuestras manos. Tener un guía nos facilita re-conectar con nuestra misión vital.
Buen año 19 a tutti
Ejercicio Los 4 trofeos, creado por los terapeutas Gestalt Jordi Gil y Marcelo Antoni
Este ejercicio fue creado por los terapeutas Gestalt Jordi Gil y Marcelo Antoni, y publicado en el libro ¿De qué te das cuenta?:
«Imagina que te despiertas en el sofá de un gran salón de una casa tranquila y alejada del mundo. Imagina que, al alzar la mirada en esta estancia ves una gran vitrina. Te acercas a ella y observas cuatro trofeos; te levantas para verlos y observas que en cada uno de ellos pone tu nombre y un éxito que has logrado en la vida.
Déjate sentir qué cuatro éxitos te reconoces en la vida (por ejemplo, tener un hijo, un matrimonio, un buen trabajo, ser querido por tus amistades, reconciliarte con tus padres, un viaje de seis meses, superar una adicción, un fracaso escolar o una depresión…).
A continuación, pregúntate:
– ¿Cómo te sientes al reconocer tus éxitos vitales, cual te resulta más fácil o difícil de tomar?
De repente, te das cuenta de que existe un espacio para otros trofeos en una vitrina superior. Déjate sentir cuál te gustaría que fuese tu próxima copa, tu quinto éxito, y anótalo con cariño en un pequeño papel, y guárdalo en un sitio especial.»
