Libros
Que inundan el horizonte y el cielo del comedor
Libros que cubren mis paredes desnudas
Libros que dominan mi mirada
Me miran deseando que los tome
Yo ,los remiro con curiosidad
Extrañado por su orden
Libros que se retuercen entre sí
Libros encima de otros buscando un sexo imposible
Libros llenos de conocimiento
Libros que son un puente
con un autor que puede ser un genio, un loco, un pretencioso, un estúpido, un cínico…
Con casi todos tendré un café pendiente, una discusión perdida de antemano, una batalla inacabada
Libros aparentemente quietos
Algunos rezan para no caer de una estantería
O por no caer en un estúpido efecto domino,
algunos parecen congelados por el tiempo
y su compañera la espera
Algunos difuntos, sabedores ellos y yo que nunca serán leídos
Quizás alguno con suerte sea rescatado por un invitado
Y se pueda despedir de esta fiesta de libros
a momentos dionisíaca a momentos funeraria
Algunos se miran entre ellos
Camus se extraña de estar al lado de Auster
Y yo le respondo con la mirada quien me aporto más vida
Otros son felices por sus vecinos
Borges y Cortázar se saludan cada mañana desde su portada
Algunos viven a sus vecinos como de su familia
Y los que son del mismo color forman equipos de futbol
También existen libros fantasmas que vagan por la casa hace años,
No se conoce su existencia
Ya nadie de la casa sabe de su número
Algunos se han mudado en distintos compartimentos
Sin hallar su meta de ser leídos
Libros indeseados que son fruto de una mala elección, de un momento de desesperación o de ingenuidad, nunca leeré la Montaña mágica entre otros
De un mal día, de un deseo de llenar el vacío, de las prisas ,
de un mal consejo o de un consejo interesado,
su destino es difícil quizás serán regalados a alguien excluidos con deseo.
Libros de tapa dura que envidian a los de tapa blanda por ser más flexibles.
Libros de tapa blanda que envidian a los de tapa dura por ser más costosos
y disponer de mejor cama.
Aunque los blandos se vanaglorian de su mayor numero de posibilidades de pasear fuera de la casa
Los duros se engrandecen por su precio y su mayor conservación
y por no sentir tanto el cuerpo de sus vecinos
Libros en columna que buscan una cúpula imposible
Libros que me llaman
Libros ladrones que se colaron quien sabe como
Libros huérfanos de tacto
Libros Guadiana que aparecen y desaparecen de mi campo de visión
Libros pesados
Libros ligeros
Libros de un color
Libros de mil colores
Libros con fotos
Libros con dibujo
Libros que me muestran la vida
Y libros que me la esconden
Libros falsos
Que me engañan con su contraportada o su titulo
Y yo quiero delatarlos
Libros tristes por no poder irse o escapar
Libros que robe a alguien
Libros que pedí sabiendo que no los devolvería a su amo
Libros que quieren estar donde están
Me envían sutiles señales para que los mueva
Libros inmortales
Libros perecederos
Libros huérfanos , hijos de la calle, que me agradecen darles un techo
Libros que viven con la certeza y con la angustia
de que nunca serán perdidos por su amo
Y este siempre les protegerá
Como un padre que nunca suelta a sus hijos
Ni les da la libertad
Libros poseídos
Libros que me poseen
Algunos me fornicaron
Otros me volaron
La mayoría me ayudaron
Y me ayudaron a ayudar
Libros que solo verlos me hacen sonreír
Libros que solo verlos me pesa el estómago y la responsabilidad
Y me acerco a ellos
Y me alejo
Y ese es nuestro baile
Hasta el final de los tiempos
A veces sueño con una estantería horizontal que recorra todo el piso
Con todos ellos en una verticalidad casi perfecta
Recorriendo la casa como un circuito de fórmula 1
Con sus semáforos, arbustos, túneles y lagos
A veces me imagino el pasillo y el comedor con columnas de libros que sostienen el techo y escalan el cielo
Veo mi lecho de muerte conformado por libros
Quemadme junto a ellos
Junto a Hesse, Jung, Erickson, Cortázar,…con los mundos que me transmiten
Los veo desde mi sofá sin acabar de descifrar su enigma
Y con el deseo no escondido de crear uno
Hasta que veo a uno
Que me absorbe y me impide crear a un nuevo congénere
Os amo
Y si me amáis permitidme escribir
Y gracias por acompañarme
Jordi Gil
