7 recomendaciones para cuidar a nuestros hijos desde el lenguaje. Tus palabras afectan y moldean su destino.
¿Sabias que un niño recibe 9 reprimendas por cada 1 elogio? En este post compartimos 7 importantes recomendaciones para cuidar el lenguaje verbal desde la ternura, la confianza y la vitalidad.
¿Sabías que un niño recibe 9 reprimendas por cada 1 elogio?
Según explica el doctor Lair Ribeiro, en una investigación científica estadounidense se llevó a cabo un estudio con niños para saber qué oían exactamente a lo largo del día, los científicos observaron cuestiones como que un niño recibe nueve reprimendas por cada elogio.
Es de vital importancia para la crianza de un niño y para la salud del futuro adulto estar atentos a que mensajes enviamos a nuestros hijos.
Nuestro posicionamiento adulto implica responsabilidad y permiso.
- Responsabilidad. Es clave ser conscientes que no solo afectamos al niño sino también al futuro adulto, ¿a saber que contará su hijo acerca de usted a su futuro terapeuta?
- Permiso. Es importante darse el permiso de ser padres imperfectos, sin caer en la permisividad o el abandono de la función paterna, ponga toda la atención posible sin caer en rigidez o desgaste. Messi también falla penaltis.
Ambas cuestiones dependen del nivel de atención que pongamos en la crianza de nuestros hijos.
Y una vertiente de esta atención es estar atentos a nuestro lenguaje.
7 recomendaciones para cuidar el lenguaje verbal con los niños
- No abuse del “no” y del “prohibido”, vivir en el sí y en la exploración es vivir en la vitalidad. La vida es afirmativa, no negativa.
- Vigile con los adjetivos calificativos, aunque se digan desde la mejor intención: “eres bueno”, “eres malo”, “eres guapo”, “eres una muñeca”, “eres la princesa de papa”, “eres un genio”, … El niño se identifica con el relato que le ofrecemos.
- Cuide las comparaciones “eres como tu abuelo” y aprenda a gestionarlas, “te pareces un poco a tu abuelo, pero tienes muchísimas cosas diferentes y únicas”. Respetemos la unicidad individual.
- Vigile de no proyectar ideales familiares o los suyos propios “serás el mejor psicólogo de la familia”, “serás un ligón”, … La felicidad es mejor que el ideal.
- No inocule mantras de miedo a sus hijos “creo que a mi hijo este año le he dicho mil veces ten cuidado”
- El “desde donde” hablamos, lo diferencial es si hablamos a nuestros hijos desde la paciencia, el amor, la molestia, la exigencia, …La misma palabra puede ser una flor o un puñal.
- Use un lenguaje sentido. Hable desde un corazón tierno, desde una curiosidad mental, o desde la vitalidad corporal. Y si está agotado no hable, hable poco o manifieste que ahora no está disponible. No hay mejor modelo que un modelo coherente.
El “que” y el “desde donde”, los contenidos y la actitud verbal, son dos formas de contacto con nuestro hijo. El lenguaje es contacto.
Los mensajes verbales paternos dejan impronta en el carácter de cada persona. Este atento, crecerá usted y su hijo.
“Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino»
Mahatma Gandhi
Tus palabras afectan y moldean el destino de tu hijo.
Cuídalas.
Por Jordi Gil Martin – Co-Director Gestalt Salut Psicoterapia
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