Guía para cuidarnos y mejorar la relación con nosotros mismos.
Una consulta frecuente de terapia, se da en personas que desean superar el maltrato y la agresividad en sus relaciones con otras personas. Sin embargo, muchas veces nos detenemos poco a pensar en el maltrato que ejercemos contra nosotros mismos. ¿Te agredes con frecuencia?, ¿De qué forma lo haces?, ¿Cómo reducir esta práctica?
Agresividad, maltrato y terapia
En el cotidiano vivimos distintas situaciones agradables, neutras o desagradables.
En algunas de ellas nos sentimos agredidos o maltratados por el ambiente, por ejemplo:
- Que alguien nos hable de un modo irrespetuoso
- Un empujón en el metro
- Que alguien nos excluya de una conversación
Tal vez hayas escuchado, además, hablar de la agresividad y maltrato en los siguientes términos que, por cierto, son motivo de consulta frecuente de terapia:
- Agresividad infantil, agresividad pasiva, agresividad en adolescentes…
- Maltrato psicológico, maltrato infantil…
Todo ello nos habla de agresiones y maltratos en las relaciones entre personas, o en la relación persona-ambiente.
Sin embargo, a veces somos nosotros mismos quienes nos agredimos a nosotros mismos, y lo hacemos fundamentalmente en tres niveles: Sensación, emoción y cognición.
La práctica de la no-agresividad con uno mismo
Guia de auto-cuidados ante el maltrato corporal, emocional y mental
Es importante practicar la no-agresividad con uno mismo e ir restaurándonos en tres niveles:
- A nivel corporal, la no-agresividad se traduce en cuidar la postura, mantener una dieta sana con algún pecado de vez en cuando, descansar según necesidad, dejar de malgastar energía en causas perdidas, en tomar conciencia del respirar, caminar, beber, comer… y en implicarse en aligerar nuestra tensión y no tensarnos en exceso ante las exigencias internas o externas.
- A nivel de pensamiento, la práctica de la no-agresividad se traduce en dar espacio a lo que pensamos sin criticarnos, en dejar de buscar respuestas a preguntas que no la tienen, a no luchar por controlar los pensamientos y por aprender a familiarizarnos con lo que pensamos sin perdernos en ellos.
- A nivel emocional la no agresión consiste en dar espacio a nuestras emociones, a sentirlas y a darles un recipiente del cual podemos aprender a entrar y salir, se trata de estar con lo que hay, sin ser desbordados emocionalmente, “hola miedo”, lo sostengo sin exagerar ni minimizar, y “adiós miedo”.
Ejercicio de terapia para practicar la no-agresividad con uno mismo:
En terapia siempre decimos que, para reducir la auto-agresión y el maltrato hacia uno mismo, es fundamental la toma de consciencia.
En este ejercicio, que puedes hacer por ti mismo, te propongo escribir 2 maneras en las que te agredes, en los tres niveles antes mencionados:
- Emocional. (Por ejemplo reprimiendo mi tristeza)
- Corporal. (Por ejemplo, tumbándome de cualquier manera en el sofá)
- Cognitivo. (Por ejemplo, pensando en el pasado cada día)
Esta práctica de la no agresividad se aprende en el proceso de terapia personal, la persona cada vez se agrede menos a sí misma, y esta reducción de “auto agresividad” le permite desarrollarse, realizar otras conductas más sanas y, en definitiva, vivir más y mejor.
Asimilar esta práctica pasa por un proceso de aprendizaje que incluye un desaprender y un reaprender.
“Yo soy cada vez más agradable conmigo mismo cada día”
Sondra Ray
