Es difícil no identificarse o polarizarse en la escena política actual, si nos identificamos en exceso sufrimos excesivamente. ¿Cómo cuidarse en estos tiempos revueltos para no generarse más malestar?
Lo informativo y lo emocional son realidades que se retroalimentan
Vivimos en los sistemas humanos, ya sea el de la familia, pareja, el laboral, la amistad,…y también en el social. Somos seres relacionales. Es importante atender a cómo nos relacionamos con la actual escena política.
Está claro que la situación actual despierta pasiones, angustias y temores. Es algo que se observa en el dia a dia, e incluso aparece en las sesiones de psicoterapia. Es difícil no identificarse o polarizarse en la escena política actual, y si nos identificamos en exceso sufrimos excesivamente.
Es importante atenderse ante la multitud de informaciones que recibimos. La información nos despierta emociones, las cosas nos afectan más allá de nuestra racionalidad. Y las emociones sesgan la percepción de la información que recibimos. Lo informativo y lo emocional son realidades que se retroalimentan.
Es importante atenderse en los tiempos revueltos.
¿Cómo cuidarse en tiempos revueltos? Aprender a gestionar el nivel de información y el nivel emocional
Se trata de gestionar dos ejes:
- El nivel de la información:
Es importante dosificar la información que recibimos, como dijo Paracelso: «todo es veneno depende de la dosis». La sobreestimulación de información nos produce una sobreactivación neurológica y también emocional.
Es sano hacer pausas en la recepción de información, a lo largo del día recibimos muchos inputs. Retírate a ver una peli, haz un día de vaga informativa, lee o mira otros programas de TV. No caigas en sobre-contacto. Puedes cambiar de canal.
Contrasta la información, sobretodo la que te angustia.
Puedes dejar el móvil apagado o en silencio a ratos.
No confundas estar informado con estar implicado.
Estate atento a discriminar, separa la paja del trigo, hay mucha manipulación. Filtra lo que recibes, mayormente hay poca substancia esencial.
- El nivel emocional
Encuentra espacios de expresión con personas que sean claramente abiertas y sepan sostener el desacuerdo.
Lo importante es atender a las emociones más que a los discursos. No te quedes en la superficie. Pon atención a qué emoción/es estas conectado, y atenderlas, si ponemos la mirada en las 4 básicas estas son: enfado, tristeza, miedo y alegría. Llora un poco, o comparte tu enfado si es lo que necesitas.
Aprende a habitar la neutralidad emocional, respira, medita,… no caigas en un exceso emotivo.
Nutre tu curiosidad sin excederte.
Comparte tus miedos o dudas.
Conectate al budismo y a filosofías que expongan una visión sana del individuo. Cierto nivel de trascendencia nos permite relativizar lo cotidiano.
Os dejo con este texto:
Siendo consciente de que el fuego no puede apagar el fuego, renuncio aquí y ahora a encenderlo.
Siendo consciente gente de que el odio solo conduce a más odio, renuncio aquí y ahora a alimentarlo.
Siendo consciente de que la hostilidad solo conduce a más hostilidad, renuncio aquí y ahora a justificar.
Siendo consciente de que el deseo de venganza solo conduce a más deseo de venganza, renuncio aquí y ahora a estimularlo.
Siendo consciente de que la violencia solo engendra violencia, renuncio aquí y ahora a ejercer sobre otros.
Siendo consciente de que una mancha de sangre no puede limpiar una mancha de sangre, renuncio aquí y ahora a derramarla.
En estos momentos de aflicción, pueda yo permanecer atento y consciente, de manera que la cólera, el odio, el resentimiento, el deseo de venganza, la hostilidad no aniden en mi corazón.
Dokushô Villalba.
