Los pensamientos rumiativos son pensamientos que se repiten continuamente en nuestra cabeza y que afectan a nuestro estado anímico.
El exceso de estilo de pensamiento rumiativo puede llevar a trastornos como la depresión o la ansiedad generalizada, o a vivir en un estado de alerta y de malestar continuo.
El dar vueltas a algo nutre la obsesión, nos desgasta la energía, nos hace perder tiempo, paz mental y energía, además de acercarnos a emociones tóxicas como el resentimiento, el autorreproche, el pensamiento catastrófico,…
¿Qué hacer para dejar de tener pensamientos negativos?
La detención del pensamiento es una técnica que se aplica cuando se entra en rumiación de pensamientos, es decir, cuando damos vueltas a algo y entramos en un bucle de pensamientos que nos hace sufrir, que genera un desgaste de tiempo, energía y esfuerzo mental.
La técnica de detención del pensamiento consiste en interrumpir los cadenas de pensamientos rumiantes, se trata de detener líneas de pensamiento acerca de una temática o situación vivida. Un ejemplo de pensamiento negativo común sería: “estuve 4 horas pensando en lo que me pasó con Juan”.
Se trata de detener el tren de los pensamientos antes de entrar en un circuito circular que implica una gran factura psicoemocional y una clara reducción de nuestra calidad de vida.
Técnica de detención del pensamiento negativo
La técnica conocida como parada de pensamiento es una técnica cognitivo-conductual y permite poner stop a una narrativa que puede alargarse páginas y páginas mentales.
Veamos un ejemplo de cómo detener el pensamiento negativo:
Antonio está en una reunión de trabajo, lleva una semana con mucho estrés por motivos familiares. El jefe de departamento hace una pregunta, el cree saberla pero al responder se equivoca, su jefe hace un chiste fácil sin mala intención respecto al error de Antonio, “casi haces gol, pero diste en el palo” y a la situación se añade que un compañero pone mala cara.
Entonces empieza el infierno mental del pensamiento rumiante: “Mi jefe ya no confiará en mí, no debería haber contestado, falle, ¿Qué pensarán de mí?, me pase de listo….”
Antonio ha entrado en un círculo de sufrimiento, se genera en su cuerpomente un estrés que se retroalimenta. Probablemente Antonio decida no hablar más en las reuniones y cogerá miedo al compañero de mala cara, entre otras posibles consecuencias.
La técnica de detención del pensamiento ayuda a no construir un círculo rumiativo o a salir del bucle de sufrimiento.
Cómo detener el pensamiento negativo. Tipos de detención
Veamos distintas opciones para detener o desactivar los pensamientos negativos y salir del círculo mental infernal:
- Para detener el pensamiento negativo podemos elegir un estímulo que interrumpe los pensamientos negativos. Puede ser una palmada o un pellizco y simultáneamente utilizar palabras como ¡stop! ¡Basta!…Es importante unir un input físico con uno verbal.
- Otra forma de desactivar el pensamiento negativo sería evocar un color que me tranquilice, sea el blanco, o naranja, de elección personal.
- Para limpiar la mente de pensamientos rumiantes también podemos iniciar una actividad sana, por ejemplo lavar los platos, o una que me tranquilice, sea encender un incienso o escribir.
- Es importante investigar cómo se originan estos pensamientos negativos examinar que cuestiones vitales estresantes tenía antes de entrar en esta dinámica mental toxica.
- Buscar un lugar que me tranquiliza, explorar espacios que me serenan.
Investiga la herida infantil-adolescente que se activó, abrázala, “había un profesor que nos tiraba los exámenes al suelo si habías suspendido”, “en el cole falle un penalti en la final interescolar” - Compensar los pensamientos negativos con frases sanadoras, en el ejemplo de Antonio, diciéndose: Tengo el derecho a equivocarme. Sé que mi jefe me valora, me lo dijo hace una semana. Si estos pensamientos se basan en hechos aún mejor, ya que los hechos no pueden ser tan fácilmente por nuestra mente ansiosa.
Decido quererme aun en el error.
Beneficios de la técnica para detener pensamientos negativos
Uno de los beneficios claros de esta técnica es que nos permite practicar la auto-observación.
Observa lo que te dices y qué historia te cuentas, no te la creas tanto, solo es una cadena de pensamientos, no eres tú, tú no eres el libro que lees.
Este distanciarse del discurso mental posibilita que sea más fácil restar poder a los pensamientos negativos, restarles fuerza e importancia.
Los pensamientos tienen mucha fuerza sobre lo que se siente y debemos dominarlos, y ser capaces de calmar a nuestra mente cuando se convierte en un caballo salvaje que da vueltas, el jinete debe actuar con ternura y con claridad.
Cuanto más practiquemos esta técnica para detener pensamientos negativos, más probable será que se produzca la asociación entre el pensamiento y la técnica de detención que usemos.
Adáptate a ti mismo, si eres muy visual quizás visualizar un color sea suficiente.
Poco a poco, es un proceso de aprendizaje, nuestra mente responde a nuestro pedido de salud.
La técnica de detención del pensamiento al ser aplicada en el tiempo, se vuelve una habilidad mental que es un auténtico recurso de autocuidado y de mayor control mental.
Se trata de ser constantes y de aprender a salir de espirales mentales toxicas.
Esta práctica permite aumentar nuestro autocuidado.