¿Qué es el Eneagrama?
El Eneagrama es una herramienta de autoconocimiento que describe nueve tipos de personalidad o también llamados “eneatipos”. Se trata de un manual de la condición humana mediante el que podemos comprender las motivaciones y pulsiones profundas –mayormente inconscientes– que organizan y mueven nuestras conductas, percepciones, pensamientos, emociones y actitudes.
En esencia, hace una radiografía de nuestro carácter para que no nos condicione, poder tomar su función sana y retornar a nuestro ser más auténtico.
Para saber más sobre el Eneagrama, échale un vistazo al siguiente artículo.
EL PERFECCIONISTA
Iracundo, crítico, exigente, dominante, perfeccionista, controlador, disciplinado, corrector, reformador, normativo.
TRIADA
Pertenece a la triada visceral, junto con el eneatipo 8 y 9
Si quieres saber más sobre las triadas del eneagrama, consulta aquí.
PASIÓN: LA IRA
La pasión del eneatipo 1 es la ira, pero ésta es sublimada, transformándose en una ira controlada, desde la cual se construye un personaje de tipo civilizado, orientado a la conducta correcta, alejado de la expresividad y/o la espontaneidad vital. La ira instintiva se mentaliza y se esconde en distintas formas psicológicas.
Esta ira del eneatipo 1 no corresponde a una “tipología iracunda” donde la irritabilidad y su expresión serían lo más característicos.
El instinto agresivo se racionaliza y moraliza, es expresada a través de una educación y un estar correcto desde el cual poder aleccionar a los demás.
La expresión de lo instintivo está contenido aunque se percibe la violencia que hay detrás de sus acciones, sus intervenciones son penalizadoras o altivas, esta agresividad es negada por la persona que se posiciona desde su perfección moral, ética y de conocimientos, sus buenas intenciones esconden su sentirse superior y con más dignidad de ser. Él no es agresivo simplemente es conocedor de la verdad y de lo correcto.
Se conecta a un arquetipo apolíneo, se coloca por encima, vive en el yo superior.
Si bien la emoción ira del eneatipo 1 no suele presentarse como una ira consciente y manifiesta, si puede considerarse como el trasfondo emocional general de este eneatipo.
La ira, tanto visceral como emocional, tiñe todo el carácter y es la raíz dinámica en la que se apoyan los otros rasgos característicos, considerados como manifestaciones inconscientes de la ira.
Asimismo el eneatipo 1 tiene un tabú con el hecho de dejarse dominar por la pasión de la ira, ya que existe un temor al descontrol, su expresión puede tomar formas como;
- dureza en su expresión verbal,
- una actitud autoritaria y directa (como un/a juez/a) hacia lo que considera incorrecto o inadecuado. Este juez dictamina lo que está bien o está mal. El mundo está equivocado, es un error.
- una actitud exigente ante lo incorrecto que ha de ser corregido. Una de sus misiones/fijaciones es corregir el mundo y al otro.
- una actitud desafectivizada, fría, neutra, distante, debido a la creencia de que las emociones pueden debilitar o descontrolar. La ciencia debe ser neutra y sin emociones para ser eficaz y salvadora. El bloqueo de la expresión emocional les lleva a una alineación de la experiencia emocional.
- Existe cierta actitud despreciativa teñida de resentimiento hacia los imperfectos y hacia el mundo, la reforma de los cuales implica un gran esfuerzo que toman como misión santa neurótica. Y ante aquellas personas que se saltan las normas morales que son su guía de cómo han de ser las cosas para habitar un mundo perfecto e ideal (uno de sus grandes y neuróticos anhelos).
FIJACIÓN: EL PERFECCIONISMO
La fijación del eneatipo 1 es el perfeccionismo, entendido como una forma de defenderse de la realidad y de no sostenerla tal y como es, ya que es percibida como caótica e incierta, tal y como es no es suficiente, debe ser perfeccionada y corregida.
El perfeccionismo en este contexto es un intento de controlar la realidad a través del orden y las normas, lo que es correcto o incorrecto, lo que está bien o mal, todo ello esconde una nula confianza en el orden y el fluir natural. El mundo es percibido y es pensado como imperfecto, su visión de cómo deben ser las cosas será una fuente de sufrimiento continua y una fuente de problemas en las relaciones humanas, de ahí surge un impulso constante de querer mejorar a las cosas y a las personas, gracias a su intervención.
La perfección se convierte en una referencia desde la cual se la exige asimismo y al otro. Se rechaza por no ser perfecto, y rechaza a los demás desde ella. Resentido con una vida, no perfecta, y con unos humanos poco morales e inevitablemente imperfectos.
Preocupación excesiva por la norma, lo correcto y lo adecuado. Exigencia de perfección para sí y para los demás, tiende a corregir y mejorar los errores e imperfecciones de otros.
Adopta un rol paternal, profesor, pedagogo y protector. Usa su bondad, amabilidad y buena intención para tapar la ira y su deseo de poder y dominación. Sumisión vs Dominación
Gran dificultad en aceptar las cosas tal como son. Aceptar vs Corregir.
Rol de niño bueno y virtuoso. Gran anhelo infantil de que si soy bueno, correcto y virtuoso seré amado.
Existe una única manera de hacer las cosas, la correcta, su corrección y todo lo que no encaje en su molde no es válido y por tanto censurable. Univisión vs Multivisión.
La creencia que sostiene este posicionamiento es que existe el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, y desde ahí se da el derecho de decidir/mandar/exigir lo que es bueno o malo, correcto o incorrecto… Esta creencia, que se convierten en leyes a cumplir, se presenta como incuestionable y definitiva por lo que es muy difícil de modificar o flexibilizar. Este carácter definitivo, le dota de una rigidez que dificulta mucho la desidentificación, la flexibilidad cognitiva, el autocuestionamiento y la autocrítica necesarios para cualquier proceso de conciencia, desarrollo y cambio.
Polaridades existenciales:
Lo bueno vs Lo malo
Lo correcto vs lo incorrecto
Univisión vs Multivision
Yo vs los Demás
Corregir vs Aceptar
Duros vs Blando
Dominación vs Sumisión
Excelencia vs Vulgaridad
OTROS RASGOS CARACTERÍSTICOS
Mirada critica
Como ya hemos manifestado la crítica es una forma de expresión de la ira, que racionaliza, niega y o justifica.
La autocrítica y la dificultad de aceptarse es tapada con una imagen buena y virtuosa. Las buenas formas esconden la ira latente.
La crítica se manifiesta como una ira intelectual disfrazada de un propósito constructivo, un deseo de mejorar a las otras personas o así mismx. Esta crítica intelectual, es un medio inconsciente para expresar la ira, justificada y racionalizada, y por lo tanto negada. Su niño herido sigue enfadado vs unos padres o un mundo imperfecto que le hicieron daño, o solo le veían en lo virtuoso.
La crítica puede adoptar la forma de acusación, culpabilización, invalidación, manifestaciones despreciativas y soberbias hacia otras personas con el propósito de modificar y reformar sus conductas, consideradas erróneas o incorrectas.
Rol de Salvador en modo reformador.
Tendencia a sermonear, aleccionar y enseñar.
Su actitud correctora fiel a su propia moral o visión de cómo ha de ser el mundo perfecto. Se manifiesta en forma de sermón, discurso aleccionador o de exhibición intelectual.
Posición relacional dura.
Asertivo, autoritario, rígido, altivo, rol de superioridad. Existe una pasión por tener razón.
Se colocan en una posición de autoridad moral y/o intelectual, desde donde se dan el derecho de tener el poder para ejercer un control, exigir una disciplina. Desde su púlpito se dan el derecho a hacer daño al otro y a tratarlo de menos.
Hipercontrol: control en su expresión emocional, represión de impulsos y de su propia vulnerabilidad y necesidad. Control excesivo de la propia conducta, de su sentir y su expresividad. El control se traduce en rigidez somática, ética, cognitiva, conductual y expresiva.
Esto se traduce en una falta de espontaneidad, con la consecuente dificultad de desenvolverse en situaciones no estructuradas que requieren de cierta dosis de improvisación e intuición. El control esconde un miedo atroz a mostrar la vulnerabilidad, la ira, la lujuria, la desesperación,…
Pensamiento normativo.
Su funcionamiento cognitivo se fundamenta en las reglas y las leyes, lógico y metódico, quedando áreas como la creatividad, la expresión y la intuición bloqueadas, abandonadas y desvalorizadas.
Idealismo.
El perfeccionismo le lleva a niveles muy altos de autocrítica. Ese anhelo inalcanzable de la perfección conduce a la autocrítica y el menosprecio de sí mismx. Tras su imagen virtuosa y digna se esconde, la incapacidad de aceptarse a sí mismo con el resultado de un ansia de mejora y perfección crónicas y constantes
Autoexigencia y disciplina.
La autoexigencia implica una orientación al esfuerzo y la disciplina en detrimento del placer. Es una disciplina mal entendida, donde se da una subordinación del placer al deber, si no que este eneatipo manifiesta una actitud puritana de oposición a lo placentero y/o instintivo, como si los impulsos naturales fueran indignos y despreciables.
Pensamiento moralista.
Juez, legislativo, reformador, austero, puritanos. Es un virtuoso compulsivo.
Ideas sanas e ideas locas.
Ideas locas
- Si soy perfecto soy digno de amor y puedo ser aceptado
- Hay que buscar el bien y eliminar el mal.
- El deber es más importante, inteligente y superior que el placer.
- Hay que reformar el error del mundo. Buscar la perfección da sentido a mi vida.
- El esfuerzo, el sacrificio y la disciplina son necesarias para hacer bien las cosas.
- Es mejor ser autosuficiente y no depender de nadie.
- Mi pensar es la verdad. Yo tengo la razón, los demás están equivocados y no lo saben.
- No puedo confiar en que los demás hagan las cosas bien, debo hacerlas yo.
- Es de primera necesidad controlar y reprimir emociones e instintos. Lo espontaneo no es confiable.
Ideas sanadoras
- Las cosas tienen derecho a ser como son, es mejor aceptarlas que corregirlas a nuestra forma.
- Aunque haya cosas que no puedo entender o me parecen incorrectas tendrán su sentido aunque lo desconozco.
- Yo me esfuerzo en hacer lo que puedo y los demás también.
- Puede ser aceptado y querido sin tanto esfuerzo.
- Fluir con la corriente de la vida es una opción legítima.
- Mis razones y las de los demás pueden ser igualmente valiosas.
- Puedo dejar de juzgar y de juzgarme, puedo dejarme en paz a mí y a los demás
- Las cosas y las personas pueden desarrollarse sin mi intervención.
- El concepto de lo bueno y de lo malo es solo un concepto basado en mis creencias.
Me acuerdo de un amigo del E1, que un día se dio cuenta que el mundo se desarrollaba y fluía en un orden natural sin su intervención, y como en ese instante sintió un gran descanso y una gran paz.