La crisis sanitaria por el covid-19 nos obliga a reorganizar nuestra vida, y uno de los temas cruciales es la muerte y nuestros rituales de despedida. En este post compartimos algunas sugerencias para elaborar un duelo sano en un contexto de confinamiento.
“Si no puedo hacerlo a través de una puerta, voy a ir a través de otra puerta,
o voy a hacer una puerta nueva.”
Rabindranath Tagore
Covid-19: Muerte y rituales de despedida
La crisis sanitaria nos ha obligado a reorganizar la vida de una forma desconocida hasta ahora.
También se están viviendo la muerte de un modo excepcional.
Se están sucediendo muertes que no se pueden acompañar con nuestros rituales de despedida habituales.
Integrar la pérdida de alguien significativo siempre es complejo. Hacer un duelo sano siempre es un reto personal para nuestra salud mental. Ya en condiciones normales es difícil hacer un buen duelo y metabolizar el dolor de una pérdida.
Los factores excepcionales como la imposibilidad de acompañar en el final, el no poder despedirse, la incapacidad de reunirse con familia o amigos para compartir la experiencia, en el funeral o velatorio, e intercambiar apoyo, lágrimas, la lejanía obligada, …pueden dificultar el inicio de un proceso emocional necesario para metabolizar una pérdida significativa.
Nuestros rituales habituales para acompañar y despedirnos de alguien en su final no son posibles. Su función es ayudarnos a empezar a metabolizar la pérdida.
Esta excepcionalidad puede complicar el duelo a iniciar.
Cada persona afronta la pérdida de formas diferentes. En este sentido lo más importante es no generar un duelo complicado, no negarlo ni dramatizarlo, el hecho de no poder despedirse y la no disponibilidad de nuestros rituales habituales ya lo complican de saque.
Es importante no engancharse ni obsesionarse al hecho de no haberse podido despedir.
De igual modo oxigenar nuestro dolor lo sana. En contrapartida encapsularlo o arrinconarlo lo enferma.
El duelo que no se expresa es el más dañino.
Es importante que la distancia de seguridad no traumatice nuestro proceso de duelo, y encontrar otro camino ante la no posibilidad del camino habitual. Habrá que encontrar otro sendero para empezar a gestionar la pérdida y no distanciarnos de nuestro dolor.
Guía abierta para elaborar el duelo en el contexto de confinamiento
Muy importante: siéntete libre de no tomar estas sugerencias para elaborar el duelo, sólo las que tú sientas que son afines a tu momento actual y adáptalas a tu forma de ser.
Sugerencias para abordar al duelo en mitad del confinamiento:
- Reconoce lo que sientes y piensas por no poder haber estado más cerca del ser perdido, ya sea enfado, indignación, impotencia, pena, …Aunque no sea culpa tuya, permítete sentir lo que sientes, aunque sea irracional, ya sea que has fallado al difunto, o que esta espina te acompañará toda tu vida, …lo importante es dar espacio a tu experiencia y no bloquear tu emocionalidad, des-aislarte e iniciar el proceso de duelo. Reconociendo tu derecho a sentir y a pensar acerca de lo que la vida te ha traído.
- Reivindica tu dolor. El hecho de que no estuvieras presente en el final no quiere decir que no lo sientas. Respira, cierra los ojos y reúnete con tu experiencia de pérdida.
- Normaliza fantasear acerca de cómo fue el final. Es natural que te cuestiones si tu ser querido sufrió mucho antes de morir, cuáles fueron sus últimas palabras, si estuvo acompañado o murió solo, si pensó o no en ti, si preguntó dónde estabas o que sintió cuando supo que no podría ver a los suyos, …Observa tu narrativa mental y no te castigues por ello, bastante pena tienes. Estos pensamientos son completamente normales que los tenga y es importante que les des su dignidad.
- Escucha tus necesidades. Si quieres compartir lo que estás pasando, hazlo, si no quieres hacerlo, pues no lo hagas. Compártelos si lo ves adecuado con alguna persona íntima. Hasta donde tú quieras, sin forzarte. De igual modo, si lo precisas, resérvatelos para ti solo, si es lo que sientes que necesitas.
- No sabemos si murió solo. Acepta el no saber como parte del misterio de la vida. Que no estuvieras tu o tus familiares, no significa que estuviese absolutamente solo. No lo sabrás nunca, quizás fue acompañado por algún profesional que lo cuidó con humanidad hasta el final. O quizás murió diciendo que sí a su destino y en paz.
- Acude a un especialista. Si tu coche no funciona, vas al mecánico, si te está costando gestionar la pérdida de un ser querido ve a un psicólogo. Están preparados para acompañarte en este tránsito emocional. Si te sientes desconectado o insensibilizado por la pérdida, aun mas es necesario que lo hagas. El dolor congelado queda como trauma emocional o se somatiza a posteriori. La psicología online funciona, no te cuentes excusas ni autoengaños, (“que tendría que ser presencial”, que “no es lo mismo por pantalla”, “puedo esperar”) … como forma de evitar. Conecta con tu legítimo dolor. Todo duelo no elaborado tendrá secuelas en forma de dificultades, insensibilización o síntomas. No te dejes embaucar por el demonio del autoengaño.
- Busca tu manera de despedirte, ya sea vía carta de despedida, poniendo una vela, rezando, escuchando una canción…Busca tu ritual, un duelo es un proceso muy personal, de igual modo este ritual debe ser desde tu interior. Busca en tu interioridad que sientes que te puede ayudar a iniciar la elaboración de la pérdida. Se sencillo, lo importante es conectar con tu corazón. Puedes realizarlo solo, con las personas de tu casa, e incluso con una video llamada colectiva. Conectar con tu corazón es más importante que la forma de hacerlo.
- Respeta los duelos de los que te rodean. Da espacio y ten en cuenta los duelos de los que te rodean. Si no sabes que necesitan de ti, pregúntaselo, y se honesto también reconociendo tu disponibilidad o la ausencia de la misma.
- No te presiones, un duelo es un proceso lento. Lo importante es iniciarlo y atenderlo. Sin traumatizarlo ni boicotearlo por la no despedida física. Un duelo es una gran oportunidad para aprender a acompañarse con cariño.
- Trasciende las distancias. La persona fallecida “siempre estará contigo”, Evócala y pronúnciale esta frase “te veo, te siento y te reconozco en mi corazón”.
- Filtra las palabras que te vienen de los demás. Rechaza aquellas sugerencias y frases que sientas que no conectan con tu ser. Tu manera de llevar tu dolor es única y tienes derecho a ella.
- Planifica un acto social en honor del fallecido para cuando sea posible, y chequea más tarde si es necesario. Quizás no lo sea para todos. Se trata de respetar la propia sensibilidad y la de tus cercanos. Una vez finalizado este periodo de emergencia sanitaria, se podrán celebrar actos sociales para recordar al difunto.
“La muerte no es apagar la luz; sólo es encender la lámpara porque ha llegado el alba.”
Rabindranath Tagore