Nuestra forma de relacionarnos está condicionada por nuestro carácter.., por las heridas de nuestra biografía.., por todos los mensajes introyectados en nuestros primeros años de vida.., por los modelos que tuvimos.., por los mensajes, tanto explícitos como implícitos, provenientes de nuestro núcleo familiar y entorno más cercano…En definitiva, por lo que nos contaron y nos hemos contado, acerca de como debían ser las relaciones o como debíamos ser en ellas.
A partir de estas experiencias tempranas, construimos unos GUIONES AFECTIVOS particulares que dan lugar a una DRAMÁTICA RELACIONAL INTERNA, sostenida por una seria de creencias acerca de como soy yo y como es el mundo;
- “yo soy lo que hago”,
- “si doy amor me querrán”,
- “mejor no confiar en nadie”,….
Estas dramáticas relacionales configuran un argumento, un guión afectivo particular, una narrativa cuya finalidad fue orientarnos y protegernos del dolor y la frustración, ante determinadas situaciones o dinámicas dañinas de nuestro entorno. Es necesario actualizar nuestras dramáticas relacionales, nuestras pelis y flexibilizar los guiones de las mismas. Estos argumentos inconscientes nos alejan de vivir la vida de otras maneras o de una forma plena. Nos rigidizan. Es como usar solo un carril de la autopista. Y condicionan nuestra forma de vivirnos y relacionarnos con nosotros mismos y los demás.
Esta dramática condicionan todas nuestras relaciones y afectos. Para que esta dramática se ejecute partimos de un guion y un vestuario desde el cual vestimos a la otra persona con un personaje, la tratamos como si fuera ese personaje, y no la persona tal cual es. Ponemos en juego, de modo automático, este guión afectivo con el que nos relacionamos, como si nuestra vida fuera una obra de teatro en la que parece que improvisamos nuestra vida relacional, pero en el fondo seguimos un argumento base.
Los roles y los juegos psicológicos en las relaciones de pareja.
De un modo inconsciente, cuando nos relacionamos con nuestra pareja utilizamos roles psicológicos, que responden a un guión aprendido, una narrativa fijado, que actuamos y revivimos una y otra vez. Solemos adoptar un rol determinado, con el que nos sobreidentificamos, y desde el cual nos ubicamos en las relaciones.
Los roles que vivimos dan lugar a juegos psicológicos o de relación que aprendimos en los distintos contextos relaciónales de nuestra infancia;
- principalmente la relación de apego con nuestra madre y/o cuidador principal, en nuestros primeros años de vida,
- la organización del sistema de nuestra familia de origen
- la cultura escolar y el contexto socio-cultural
La mayoría de nuestros roles los interpretamos de manera reiterada y automatizada, en los diferentes contextos de nuestra vida. Es decir, no somos conscientes de ellos.
Función sana de los juegos/roles que vivimos.
A momentos todos y todas vivimos estos roles, en mayor o menor medida, ya que estos juegos organizan la dramática universal. Nos repartimos los papeles de la gran obra humana para que esta se dé. Esta distribución de roles nos ayudan a economizar nuestra energía, nos permiten avanzar por las situaciones que se presentan, siempre y cuando estos sean flexibles, si no se rigidizan.
Reconocer cuales son los juegos/roles que interpretamos en la pareja.
Centrándonos en el contexto de pareja, en terapia Gestalt sabemos que es importante reconocer cuales son los juegos/roles que con mayor frecuencia interpretamos. Si nuestra pareja, por ejemplo, tiene una tendencia a ponerse en modo «perseguidxr” o “salvadxr”, es importante reconocer cómo nos ubicamos ante su propuesta relacional. Así cuidaremos, no caer en dinámicas poco nutricias, como las de perseguidxr-perseguidx o salvadxr-victima. Si estas dinámicas se fijan y/o cronifican se convertirán, con el tiempo, en un problema de pareja, al mismo tiempo que limitan los recursos y potencialidades de cada persona.
Cada persona nos invitan a una forma particular de relacionarnos,
-
- “En mi relación con mi pareja me pongo sobreprotectxr (En este juego invito a la otra persona a que se deje que la salve, me hago cargo de la otra persona. Quien juegue conmigo a este juego, mayoritariamente se presentaran ante mí como alguien que necesitan ser salvado o salvada)
- En mi relación con mi jefe intento pasar desapercibida (Invito a la otra persona a ignorarme, evito sentirme expuesta pero también me arriesgo a no ser tenida en cuenta)
Desde la terapia Gestalt ponemos conciencia a cómo nos ubicamos ante las propuesta relacional de la otra persona, nos facilita gestionar de un modo más ecológico las distintas situaciones por las que transitamos en las relaciones. Estamos en continua interacción yo-tú, y nos influimos mutuamente.
Ejercicio Gestalt: Explorar cómo nos afectan los juegos psicológicos de los demás. Observa e identifica tus roles reactivos ante las propuestas de tu pareja.
- Si tu pareja se pone en víctima ¿Cual es el impulso que te surge? ¿Cómo te ubicas? P.e: salvador, verdugo, perdonavidas, romántico,…
- Si tu pareja se pone de superior ¿Cual es el impulso que te surge? ¿Cómo te posicionas? P.e: inferior, víctima, luchador…
Es importante ser consciente de los roles que actuamos de forma reactiva ante la propuesta relacional de la otra persona. Cuanto más conciencia tengamos de nuestras tendencias reactivas, más flexibilidad y amplitud de recursos tendremos a mano para nuestras respuestas/propuestas relacionales.
En la pareja como en cualquier espacio relacional se distribuyen roles y se dan juegos de relación. Veamos unos cuantos ejemplos:
-El conservador y el arriesgado.
-El casero y el callejero.
-El generoso y el tacaño.
-El rápido y el lento.
-El mental y el emocional.
-El tranquilo y el nervioso.
Ejercicio Gestalt:
Pon un nombre a tu pareja, como en los ejemplos anteriores…
En los grupos, en el nosotros y nosotras, también se da un contexto que potencia el surgimiento de los roles reactivos, igual que en el contexto de pareja. Si buscamos en nuestra memoria, cuando éramos niños y niñas, en las pandillas del verano habitualmente había un líder, un amigo del líder, además de unos seguidores y unos marginados que pintaban poco a la hora de decidir cómo íbamos a pasar la tarde. De igual modo, ahora en la edad adulta, nos ubicamos y actuamos nuestros roles en espacios sociales grupales, ya sean laborales, educativos,…
Ejercicio Gestalt. Explorando nuestras juegos relacionales en el contexto de grupo.
¿Cómo te ubicabas en los grupos cuando eras niñx, adolescente, adultx?
¿Qué ha cambiado? (Si es que ha cambiado algo)
Todos y todas nos posicionamos desde nuestras facilidades y dificultades; por ejemplo, si tengo poca conciencia de ser capaz de liderar no me expondré a ocupar posiciones en las que se tomen decisiones que afecten a otras personas, o si mi inteligencia es un punto fuerte en mi, puedo adoptar una pose de intelectual.
Esta identificación con unas capacidades, depende de una constelación muy amplia de factores; desde cómo fue nuestra crianza, los años en la escuela, lo que nos dijo el tío Luis, la clase social de origen…, las cuales determinaron que mal aprendiéramos que tenemos unas capacidades y carecemos de otras.
Flexibilizar nuestros roles. Propuestas desde la terapia gestalt.
En el contexto de las relaciones de pareja puede ser un buen ejercicio el intercambiar los roles de vez en cuando:
“si habitualmente es A quien dinamiza la vida social de la pareja y B simplemente se apunta al carro, también a A le puede ir bien descansar un poco y a B poseer la iniciativa de organizar un plan social”.
Si siempre actuamos el mismo rol,no crecemos como personas, por ejemplo, si una persona siempre gestiona las llamadas difíciles no le permite a la otra desarrollar su capacidad de afrontar conflictos, además el abuso de un rol también puede ser fuente de acusación, malestar, resentimiento, frustración,…”siempre decides tú lo que hacemos el fin de semana” . En este sentido, la distribución de roles es limitante si no permite a la otra persona desarrollarse y salir de su zona de confort (“Si siempre le quitamos los zapatos al niñx, no aprenderá a ponérselos solxs” o “si siempre rescato a la otra personas de tomar decisiones, alimentare su dependencia”)
Esta dinámica es muy común en las relaciones de pareja, porque mayoritariamente hay un pacto implícito (inconsciente) de sobreprotección mutua. Por ejemplo, “el social protege al tímido” o “el mas hábil protege al más torpe haciendo las cosas por el otro”. La paradoja que se da aquí es que la buena intención de ayudar a la otra persona, se convierte en una sobreprotección que bloquea posibles aprendizajes. A veces con buenas intenciones alcanzamos pésimos resultados.
Se pueden dar dos posibles escenarios dependiendo de …,
- la polarización, un rol se puede polarizar (radicalizar) cuando convive con el opuesto, “un tacaño se agudiza si vive con alguien con el bolsillo roto”
- el desarrollo. En este escenario se da un desarrollo mutuo, “el casero empieza a disfrutar de las salidas, y el callejero empieza a valorar el calor del hogar.”
Ejercicio Gestalt: Identificar los roles automáticos que actuamos dentro de la pareja.
- ¿Qué 3 roles juegas más? ¿Eres el intelectual, la fuerte, el que decide, el sensible, la inocente, la que manda,…?,…
- ¿Qué te da y que te quita cada uno de ellos? p.e: ser la que decide me da la tranquilidad de saber que las decisiones importantes pasan por mi, pero al mismo tiempo, me quita energía, siento que no puedo delegar nada.
- ¿Qué roles crees que te sería más sano habitar? p.e: ejercer un poco de líder me iría bien para salir de la queja y la inseguridad.
En toda relación de pareja nace un juego, una obra coescrita con el compañero/a, es divertido y clarificador poner un título a la relación, y un ejemplo del mismo.
Por ejemplo: “El social y la fóbica”, al ir a una fiesta unx ve lo maravilloso del asunto, y la otra persona ya piensa en volver a casa.
Ejercicio Gestalt: Poniendo título a nuestros juegos relacionales.
- Pon un título a las dinámicas de tus relaciones afectivas, ya sean del presente o del pasado (puede ser muy interesante ver los patrones) pe.: los vivalavida, la loca y el rígido…
- ¿Qué rol ocupas más?
- ¿Sueles tener relaciones de pareja donde te polarizas con alguno de los roles de la otra persona? ¿O actúas roles que retroalimentan los de la otra persona? pe.: los vivalavida, la loca y el rígido…
Actitudes básicas para salir de los juegos psicológicos de pareja. Una propuesta desde la Terapia Gestalt.
Entrar y salir de los juegos es inevitable y necesario ya que nos ayudan a conducir/gestionar nuestras relaciones. La salud está en poder entrar y salir de los juegos al mismo tiempo que nos permitimos habitar los diferentes roles sin quedar pegados o sobreidentificado a uno. A veces puedo ser líder, a veces seguidor, a veces social, a veces casera, a veces fuerte, a veces débil.
Los juegos relacionales nos ayudan a relacionarnos de un modo ágil y dinámico. ¿Como?
- Lo automático ahorra energía y tiempo.
- Los roles cumplen una función evolutiva; Si todos y todas fuéramos seguidores la especie no hubiera evolucionado, alguien tiene que empujarnos a adentrarnos en el bosque, y alguien debe reflexionar en el siguiente paso a dar.
- Organizan las interacciones sociales.
Lo importante es poder entrar y salir de estos juegos.
¿Cómo lo hago?
- Asumir la responsabilidad de lo que hago o dejo de hacer sin esconderme en un rol, p.e: “descuido las plantas porque siempre las cuidas tú o «no he preparado nada para las vacaciones porque siempre las planificas tú».
- Capacidad de autocrítica, poder ver que soy el vago de la casa, aunque me ponga el vestido de “delicado” o de “stressado”, reconocer que hacer un poco más es sano para mi relación.
- Ser capaz de ver cómo influyo en el otro, si no alimento el ocio común y sólo lo hace mi pareja, la cargo a ella o a el debido a mi desresponsabilización. Mi actitud tiene una consecuencia en mi pareja, es importante ser consciente de ello.
- Vivirse como un equipo. Un buen equipo prioriza ganar el partido, no quien mete tres goles.
- Reconocer que ambos ponemos nuestro corazón y vida en la pareja , ser conscientes de este acto sagrado, cuidando las aspiraciones de ambas, la salud y el bienestar mutuo, …Y tratar la pareja como un templo a cuidar.
- Prioriza tu sentir a representar un papel (aunque este se te de muy bien), “me cansa planificar siempre el fin de semana”,…Conéctate a tu cuerpo y a tus emociones. Escucha tu vivencia y necesidad antes de vestirte con un rol. Actúa desde lo genuino.
Un rol no es sano si no se cuida al otro y a uno mismo. Responsabilízate de:
¿Qué vestido le pones al otro ?
¿Qué haces para ser siempre el pesimista, el divertido, el pesado….?
¿Qué parte de ti te gustaría explorar?
¿Qué área de relación dejas en mano del otro?
¿Qué parte de ti abandonas?
¿Qué roles te potencian? ¿Y que roles te debilitan?
Normas internas en las relaciones de pareja, el peligro de los pactos inconscientes.
Los roles están condicionados por las normas que se consensuan. Toda pareja va configurando, en su convivencia en el día a día, una manera común de estar y experimentar la vida; donde se va estructurando qué es lo deseable y lo indeseable, lo hermoso y lo feo, lo aceptable o inaceptable. Se definen unas normas implícitas o explicitas, que nos ubican en dicha relación.
Ejercicio Gestalt; Identificar las normas tanto implícitas como explícitas de mi relación de pareja.
- ¿Qué normas reconoces en tu pareja? Desde “tenemos que ser discretos sexualmente” a “no podemos salir de noche un día de cada día”. Escribe cinco.
- ¿Cuáles crees que estaría bien poder flexibilizar? Subrayarlas
Tomar conciencia de esta normativa relacional que hemos construido de forma inconsciente, nos permite flexibilizar y reformular desde el consenso nos da un mayor margen de maniobra, salimos de lo automático y podemos relacionarnos de un lugar más conectado conmigo y la otros persona.
Ejercicio Gestalt: Salir de lo normativo para ir al consenso.
- ¿A qué normas me estoy aferrando en mi relación de pareja? ¿Son desde el cuidado mutuo o desde la autoprotección?
- ¿Cómo puedo reformular y llegar a un consenso?
Se lo más concreto posible, pe: ser escuchado sin ser interrumpido, poder decir no a una cita una media hora antes sin ser penalizado,…
Sin flexibilidad las cosas se rompen.
Desde la terapia Gestalt la propuesta es la de identificar y poner conciencia a los roles/juegos que jugamos, así como en los guiones afectivos en los que se apoyan. Esto nos lleva a conectar con nuestras heridas infantiles, a elaborar y digerir las vivencias traumáticas a partir de las cuales adoptamos, a modo de supervivencia, una narrativa y unas dinámicas relacionales que llevamos reproduciendo y que bloquean y condicionan la relación de pareja . Y a partir de aquí, desarrollar la capacidad de relacionarnos desde diferentes roles y juegos, flexibilizados y libres de guiones antiguos. Liberando a nuestra relación de pareja de las cargas afectivas del pasado.
En un siguiente post, hablaremos sobre un grupo de juegos psicológicos que se basan en los roles o estereotipo de género, y que merecen que le dediquemos un artículo dedicado exclusivamente para explicarlos y ver cómo los podemos trabajar desde la terapia gestalt, para liberarnos de ellos.