En este post, el psicólogo Jordi Gil nos entrega 10 maravillosas sugerencias terapéuticas para sanar la auto-crítica y recuperar la autoestima.

La mayoría de personas poseemos un crítico interior bastante duro con nosotros mismos, el cual se refleja en mensajes, pensamientos y creencias rígidas “no puede ser que te hayas vuelto a equivocar” o “deberías estar contento no triste”. Este diálogo critico nos devalúa y nos indica que no somos suficientemente buenos o pone en duda nuestras identidad y forma de ser, estar y hacer en el mundo.

Esta voz interna crítica se configuró por experiencias traumáticas de la infancia y en la adolescencia, y por modelos de autoridad disfuncionales, o por haber observado situaciones dañinas.

“mi madre me dejaba de hablar si hacia algo mal”

“un profesor de mi colegio te tiraba el examen al suelo si habías suspendido”

“mi padre pegaba a mi hermano por tener malas notas”

A medida que crecemos adoptamos de forma inconsciente estas formas de gestionar situaciones, que claramente podían haber sido gestionadas de una forma más humana y compasiva.

Y se estructura un enemigo interno que nos lanza pensamientos negativos y destructivos hacia nosotros y también hacia los demás.

Cuando no somos capaces de diferenciarnos de ese crítico interno, éste gobierna de forma totalitaria nuestro comportamiento y que, de alguna forma, condiciona nuestra vida, influye negativamente nuestras relaciones y acciones. Y nos impide acompañarnos de un modo sano y amoroso.

Es necesario combatirlo para que vivamos la vida que queremos vivir..

A continuación comparto 10 elementos para desafiar a nuestro crítico interior:

Explora desde el dibujo de qué fuentes se alimenta, p.e: de tu padre o madre, profesores, amigos tóxicos, del deseo de ser un superhombre o una supergirl, colegios,…

¿Qué te dice cuando te equivocas?

¿Qué te dice de tu trabajo?

¿Qué te dice de tu vida?

Para él lo suficientemente bueno, o todo lo que has conseguido, es solo una excusa de perdedores.

«Al fin y al cabo tenías que ser famosa y ahora solo eres una fisioterapeuta que nadie conoce»

Tu voz crítica interior no vive ni valora la realidad.

Es un punto de vista adoptado en base a las experiencias destructivas y negativas tempranas de la vida. Reconoce su locura.

Es necesario responder a las autocríticas con autovaloraciones ecuánimes.

“me gusta mi trabajo, y mis clientes están satisfechos, ayudo a los demás y siento que mi vida tiene sentido.”

“soy una buena madre aunque a veces se me vaya la pinza”

Imagínate que tienes un compañero de piso que es muy pesado o repetitivo, no lo escuches y sal a dar un paseo.

En nuestra mente hay muchas partes, todas merecen que les demos espacio en según que momento pero ninguna debe ser escuchada siempre.

Es posible que su locura sea que le da miedo no ser nadie en la vida, o volver a ser humillado si no estamos suficientemente atentos. Tranquilízalo y acógelo. Criticar al crítico interno mantiene la dinámica de crítica.

Niégate al auto-odio, auto-desprecio. Eres una persona que posee bondad y suficientemente capaz. Mientras no esté haciendo daño a nadie me niego a hacérmelo a mí. Y si lo hago pondré mi esfuerzo para darme cuenta y en disculparme.

Deja de usar las comparaciones para hacerte daño.

Dar lo mejor de ti, Sí… criticarte por no ser Messi o la más guapa de la clase, No.

Escribe a tus antiguos críticos externos y diles que el problema lo tenían ellos, tú eras solo un niño.

Retorna los pesos que no son tuyos.

“mi padre tenía un problema de egoísmo como un edificio, yo no lo tengo”.

Desde el amor se puede mejorar, no es necesario que te des latigazos para ser la mejor versión de ti mismo.

Salir de la crítica es entrar en otro espacio interno o de vida, a veces desconocido o en blanco porque no se desarrolló en la infancia, y es posible estructurarlo a través de una relación terapéutica.

«Un hombre no puede estar cómodo sin su propia aprobación»

Mark Twain

Por Jordi Gil Martin – Co-Director Gestalt Salut Psicoterapia