Soltar asuntos pendientes y liberar tu energía
“Una de las principales fuentes de malestar psicológico en la gente, la producen los “asuntos inconclusos”, que aparecen cuando una persona se siente dolida, enojada, o resentida hacia otra persona y no encuentra la forma de resolver estos sentimientos. En consecuencia, la experiencia es incompleta. Reteniendo esta experiencia incompleta o evitando el cierre, una persona invierte una gran parte de su energía, lo que hace que le quede poca energía disponible para hacer frente a nuevas situaciones”
Celedonio Castanedo
Imagina que vas a tu librería habitual para comprar un libro que te ilusiona especialmente, pensando que al mediodía está abierta. Llegas y está cerrada por enfermedad. Toda tu energía y atención estaba implicada en la acción de comprar lo deseado. Te quedas frustrado y con una mezcla de tristeza y enfado. Este es un ejemplo de situación inacabada o inconclusa, aquello que podemos llamar un «asunto pendiente».
El impulso inconcluso se traduce y mantiene en nuestro cuerpo como una energía que pide ser canalizada. Al día siguiente al comprar el libro, algo se afloja.
Naturalmente el ejemplo anterior no es una situación grave y tenemos recursos para sobrellevar el «disgusto», auto consolarnos y hasta mañana.
Situaciones inacabadas suceden cada día, cuestiones que pueden afectar la relación con tus padres, o las relaciones de pareja; algunas son más significativas y otras no tanto. Por ejemplo, en principio no es lo mismo quedarte con las ganas de comprar algo que quedarte con las ganas de decirle cuatro cosas a un amigo que te persiguió e invadió tu espacio mientras estabas con tu nueva pareja. Existen distintos grados de malestar. No todo es una tragedia. No todo debe ser atendido o liberado.
Discutir con tu pareja por la noche y que te quede algo pendiente por decirle del estilo «te quiero, siento tu dolor y veo mi torpeza» o manifestarle a tu madre «que sea la última vez que me dices como debo educar a mi hijo», puede ser que te quite el sueño o te dificulte re-establecer tu base de bienestar. Entonces ya estamos ante un asunto pendiente, el cual interrumpe tu bienestar de forma obvia entonces sería adecuado darle cauce a lo cancelado.
Tampoco es cuestión de perseguirse o forzarse a concluir todo lo incompleto. Todos tenemos algún asunto pendiente en nuestra biografía, algo no dicho o no hecho, ya sea con nuestros padres, amigos, ex – parejas, hijos… Es importante no penalizarse por ello; lo hacemos lo mejor que sabemos en cada momento y todos moriremos con algún asunto pendiente.
Desde la psicología y la terapia Gestalt, lo importante es vivir si es posible con el menor número de asuntos pendientes, ya que con tanto peso hasta el árbol más fuerte tiene tendencia a decaer. Lo «no dicho» o lo «no hecho» se puede traducir en peso, desencanto vital, melancolía, … En el espacio de terapia el acompañamiento del terapeuta nos permite soltar lo inconcluso de un modo ecológico, sin hacernos daño y sanando aquello que nos duele. Nos facilita concluir lo pendiente.
Al completar lo inacabado, se libera la energía estancada y nos conectamos a sensaciones de alivio, de liberación, de gratitud, de tristeza ...Se abre la presa y vuelve a circular nuestra vitalidad. Se recicla nuestra energía y la podemos ubicar en otros lugares de relación, “hasta que no le manifesté mi enfado no me conecte a mi deseo por ella”.
Ejercicio de terapia para liberar asuntos pendientes
Recomiendo este ejercicio de terapia:
Al final del día piensa en un asunto pendiente actual con alguien (un amigo, una compañera de trabajo, tu pareja, tu profesor…) que te produce malestar. Sintetiza en una o 2 frases lo que le dirías. Visualiza a la persona en cuestión y dile las frases.
- ¿Qué te aporta esta expresión? Por ejemplo: alivio, soltar tristeza, ligereza, calma, …
- ¿Te permite soltar o te engancha al malestar?
Conclusiones: ¿Cómo puede ayudarte la terapia a superar el pasado?
En las sesiones de terapia, el terapeuta ayuda a que le persona manifieste aquello que le es nutricio y pueda liberar su energía estancada o a diseñar acciones que le permiten soltar lo que le duele: “Antes de hablar con mi padre escribiré una carta manifestándole cómo me siento”.