Heridas del pasado: ¿Cómo sanarlas para vivir mejor?
Nuestras emociones nos permiten conectar con aquello que nos duele y nos dolió en el pasado. Es importante darles espacio, para que no queden bloqueadas o infectadas. Un profesional de la psicoterapia puede ayudarnos a explorar las antiguas heridas, detectar de dónde viene nuestro dolor, para poder liberar las emociones, reconocerlas y gestionarlas, y vivir con menos peso en la vida.
Investigar y desinfectar las heridas emocionales del pasado, para vivir mejor
Poder reconocer nuestro dolor nos permite reconocer nuestras antiguas heridas para poder desinfectarlas. El mejor desinfectante del que disponemos son nuestras emociones.
Las cuatro emociones básicas son alegría, tristeza, rabia y miedo. Son universales, las encontramos en todas las culturas y edades, forman parte de nuestro diseño biológico. Nos permiten relacionarnos con nosotros mismos, con los demás, con lo que nos sucede y con lo que nos sucedió, para poder digerirlo.
Estas nos permiten conectar con el dolor, metabolizarlo y disolverlo.
Las emociones nos permiten transitar nuestro sufrimiento, entrar y salir de él.
Dar espacio a la herida es dar espacio a las emociones que nos despiertan.
Si no usamos lo emocional para destilar nuestras heridas, éstas quedan bloqueadas, infectadas y contaminan nuestro vivir.
El espacio de terapia permite dar espacio emocional a nuestros sufrimientos y ver si éstos están vinculados a antiguas heridas.
EJEMPLO:
- “Cada vez que tengo que repetirle algo a mi pareja, me desquicio, parece sorda como mi madre”
Evoca una situación con tu madre en que tenías que repetirle algo
Conecta con ese dolor que vivías con tu madre
¿Dónde lo sentías en tu cuerpo?
¿Cómo te sentías?
- “Poco escuchado, poco visto y que mi esfuerzo por repetir algo no valía la pena”
¿a que dos emociones te conectas?
- “tristeza y enfado”
Déjate sentir estas emociones en tu cuerpo y acompáñate con una mano en la zona del cuerpo donde las sientes.
Respíralas.
Un espacio de terapia te permite explorar las antiguas heridas para liberar las emociones bloqueadas
Si no usamos lo emocional para destilar nuestras heridas, Éstas quedan bloqueadas, infectadas y contaminan nuestro vivir.
Es importante mantener una actitud curiosa, casi de investigación en el cotidiano para explorar si ciertos dolores o molestias, que percibimos exagerados se vinculan a antiguas heridas que sufrimos con otras personas.
Una herida mal curada duele toda la vida.
Una herida vivida emocionalmente es un peso y un hándicap menos en la vida.
Cuando algo te detona una respuesta emocional excesiva, date un espacio íntimo para investigar si te conecta con alguna herida, y vivencia a que emociones te conecta.
“Tenemos cicatrices en los lugares más insospechados, como si fueran mapas secretos de nuestra historia personal, vestigios de viejas heridas. Algunas heridas se cierran dejándonos sólo una cicatriz, pero otras no. Algunas cicatrices las llevamos a todas partes y, aunque la herida cierre, el dolor persiste. ¿Cuáles son peores, las nuevas heridas terriblemente dolorosas o las viejas que debieron cerrarse hace años pero no lo hicieron? Quizás las viejas heridas nos enseñan algo, nos recuerdan donde hemos estado y lo que hemos superado, nos enseñan qué debemos evitar en el futuro o eso creemos, aunque en realidad no es así. Hay cosas que debemos aprender una y otra vez.”
Anatomía de Grey