¿Qué es el miedo y cómo vencerlo?
Miedo a las alturas… miedo a volverse loco… miedo a volar… miedo a la muerte. Desde el diario La Vanguardia nos entrevistaron para publicar un artículo sobre la qué es el miedo y cómo vencer el miedo, desde la Gestalt, en la edición del periódico en papel. Aquí publicamos la entrevista completa. ¿Sabías que cuanto más evitas tus miedos, más se potencian?
Definición del miedo y cómo se gestiona…
La primera gestión del miedo es conocer su sentido.
Primero vamos a formular una definición del miedo desde la terapia Gestalt: El miedo es una emoción básica, es una señal informativa de que me siento amenazado por alguien o por algo. Nos ayuda a relacionarnos con el ambiente. Sin miedo no podríamos sobrevivir.
Su función evolutiva es la conservación y la valoración de lo que consideramos importante: desde el miedo a recibir un daño en una discusión al temor por no aprobar un examen. Es una alerta que detona una carga energética en nuestro cuerpo para movilizar una acción coherente con nuestra necesidad, sea decir no a alguien, estudiar más o alejarme de un lugar. Posee una función adaptativa, el problema surge cuando se convierte en un límite y caemos en parálisis, dudas constantes, ansiedad, bloquearse ante las dificultades, fobias… es decir cuando nos impide avanzar, hacer cosas que necesitamos o que nos gustaría hacer: salir con los amigos o de compras, coger un avión, autobús o un ascensor, hablar en público…o se convierte en un estado como el miedo a padecer una enfermedad, a perder el control…
En la gestión del miedo, lo primero, es darnos cuenta de él, darle un espacio sin exagerarlo o negarlo, decirle sí, aprender a familiarizarnos y convivir con él. Aprender a reconocerlo, sostenerlo y gestionarlo. Se trata de aprender a responder desde el miedo, a no ser atrapados por él. Darse cuenta de nuestro miedo, de que nos lo despierta, poder estar con él, y desde ahí, realizar una acción que siento que me sería nutricia. La gestión sana del miedo implica un proceso de aprendizaje el cual pide conciencia, tiempo y esfuerzo.
¿La amenaza terrorista, a nivel global, va a condenar a esta sociedad a vivir con miedo?
No. Nuestra especie se ha desarrollado durante siglos. La actual amenaza terrorista pide a la sociedad una actualización de su configuración, el desarrollo de nuevos recursos. Está claro que el software actual no funciona. Es necesario un retorno a la ética y a cuestiones que facilitan el convivir, nutrir la cooperación por encima de la competición. Todo esto pasa por sanar las heridas de los implicados, por crear una economía ecológica y por eliminar aquello que alimenta la guerra y el odio.
Sugerencias para vencer el miedo.
¿Qué consejos darías, tras atentados como el de Francia, para superar el miedo que muchos ciudadanos pueden sentir ahora como posibles víctimas de otros ataques terroristas?
Los atentados de París son un acontecimiento traumático para una sociedad que había conquistado unos espacios de seguridad. Ante un impacto de esta magnitud nos sensibilizamos, nos conectamos a un miedo primario, nos sentimos amenazados como individuos y como especie en lugares donde deberíamos sentirnos cómodos, nos reconectamos a nuestra fragilidad individual y colectiva, volvemos a sentirnos en la intemperie. Ante estos hechos vivimos una hipersensibilización que durará unos días, y emergen actitudes evitativas como no viajar o dejar de ir a centros comerciales en sábado. Esta hipersensibilización es normativa, es una forma de ir digiriendo la seguridad rota y el dolor experimentado.
Para vencer el miedo es importante permitirnos estas actitudes durante unos días, para poder transitar una normalidad anormal. Y después de estos días, de shock, será importante no entrar en conductas que alimenten el trauma, y conviertan el miedo en fobia, obsesiones o ansiedad. No hay mejor manera de desarrollar una fobia a las palomas, que dejar de ir a las plazas.
Una sugerencia fundamental para vencer el miedo es que es importante no alimentar el síntoma: Miedo evitado, miedo potenciado. Es necesario iniciar pequeñas acciones que nos facilitan volver a relacionarnos con lo amenazante, de a poco, volver a tomar cerveza en las plazas y planificar las vacaciones en Escocia. Aunque el miedo no haya desaparecido, es clave reiniciar, mínimamente, la conquista del territorio perdido, asumiendo y encajando que las cosas ya no serán como antes.
Otro aspecto para vencer el miedo, es compartir entre iguales lo experimentado. El miedo encoge y el compartirlo nos oxigena, y podemos afrontarlo como especie, desde la fraternidad. Pero, teniendo en cuenta, que este compartir inicial, no debe ser exagerado, hablar mucho de algo lo magnifica.
También es relevante para vencer el miedo, experimentar la perdida de la seguridad anterior, es necesario hacer un proceso de duelo y renovarse antes de retomar el camino desde otro lugar. Es interesante dar espacio a la segunda emoción que experimentamos, sea esta enfado o tristeza, para no percibir solo miedo.
Es necesario volver a confiar en el individuo y en la especie, y dejar de moverse desde el miedo, para dejarse llevar por lo espontáneo y vital.
También manifestar que cada persona debe respetar su ritmo, a la hora de elaborar lo que ha vivenciado. Si al cabo de un tiempo prudencial seguimos fijados a lo traumático será necesario pedir ayuda a un profesional.
¿Y los medios de comunicación? ¿Qué papel juegan, a nivel global, en la propagación de miedos?
La actitud de los medios de comunicación es clave a la hora de hinchar o deshinchar lo acontecido. A veces mucha información despierta paranoia. El manejo de la información puede suscitar actitudes xenófobas e interferir una sana convivencia. Tienen una responsabilidad en cómo se trata lo ocurrido, igual que cada individuo posee su responsabilidad en dosificar la cantidad de información que desea recibir. Es importante que cumplan una función pedagógica, y que no alimenten el partidismo.