En este post hablaremos de una potente herramienta que proviene de la terapia de aceptación y compromiso (ACT) y su aplicación en terapia individual Gestalt.
¿Que es terapia de aceptación y compromiso?
La terapia de aceptación y compromiso es un tipo de terapia de las llamadas de tercera generación, que surgieron entre los años 80 y 90 en Estados Unidos y pertenece a los modelos terapéuticos conductuales-cognitivos.
Esta terapia pone énfasis en estar abiertos a la aceptación de nuestra experiencia y una actitud no enjuiciadora de la misma, como manera de encontrar el bienestar, implica decir sí a todo lo que vivimos sin combatirlo o engancharnos a nuestra fenomenología experiencial.
Aplicación en terapia Gestalt individual
En las sesiones de terapia Gestalt individual realizamos un ejercicio que se asemeja a la terapia de aceptación y compromiso. Me refiero al continuum de conciencia gestáltico en la que observamos que va pasando en nuestro escenario de conciencia. Por ejemplo: ahora tengo una molestia en la espalda, ahora pienso en Juan, ahora estoy triste porque no me llama, ahora me preocupa que este texto se entienda, ahora escucho una notificación de whattsapp, ahora me doy cuenta de que Juan me cae mal, …
Este continuum de conciencia gestáltico implica que “No me peleo con mi experienciar, lo observo”. Es un ejercicio que suele aplicarse en las sesiones de terapia Gestalt.
De esta observación, este darse cuenta gestáltico continuo, lo importante es no juzgar a ninguno de los “darse cuenta” como bueno o malo, yendo más allá de la polaridad positiva-negativa.
Se trata de no moralizar el odio, el placer o el estar ansioso con experiencias buenas o malas. Son experiencias y punto, lo que es es. Como decía Claudio Naranjo lo que es tiene derecho a ser por el mero hecho de que existe.
Desarrollar el observador interno en terapia
En la ACT se usa el poema de Rumi, poeta Sufí del siglo XIII, para ejemplificar la obertura mental y el no pelearse con los fenómenos que surgen en nuestra conciencia. Este poema llamado La casa de huéspedes, también puede ser de inspiración en sesiones de terapia Gestalt, a continuación podemos leerlo:
La casa de los huéspedes
El ser humano es una casa de huéspedes.
Cada mañana un nuevo recién llegado.
Una alegría, una tristeza, una maldad
Cierta conciencia momentánea llega
Como un visitante inesperado.
¡Dales la bienvenida y recíbelos a todos!
Incluso si fueran una muchedumbre de lamentos,
Que vacían tu casa con violencia
Aun así, trata a cada huésped con honor
Puede estar creándote el espacio
Para un nuevo deleite
Al pensamiento oscuro, a la vergüenza, a la malicia,
Recíbelos en la puerta riendo
E invítalos a entrar
Sé agradecido con quien quiera que venga
Porque cada uno ha sido enviado
Como un guía del más allá.
Poema de Rumi,
Esta obertura no juiciosa evita el gran desgaste psicoemocional y energético de pelearnos con las experiencias que transitamos:
- “me hacía más daño pelearme con la ansiedad, que la ansiedad misma”
- “repetirme la historia de mi trauma infantil me desgastaba, fue un gran alivio poder aceptarla”
De igual modo en las sesiones de terapia Gestalt se aboga por decir sí a lo que es, más allá de la polaridad, lo positivo-lo negativo, lo agradable-desagradable, lo que me gusta-lo que no me gusta. La terapia Gestalt y la ACT son terapias afirmativas, dicen sí a lo que es, por encima de lo que debería ser.
Vemos a continuación los preceptos de la terapia Gestalt.
En conclusión, tanto la ACT como en terapia Gestalt permiten desarrollar un observador neutro amoral, es decir no juicioso, y conquistar un espacio entre mi experiencia y mi yo observador.
En terapia podemos aprender a observar nuestros pensamientos y narrativas para trascenderlos
La técnica que usa Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es la defusión cognitiva, que dicho de un modo sencillo implica des fusionarse de los pensamientos, yo no soy lo que pienso o la historia que me estoy contando.
- Yo no soy el pensamiento “soy torpe”
- Ni la historia de “siempre fui el más torpe de mi familia”
- Tampoco soy mi tristeza.
Esta defusion permite no apegarse a contenidos experienciales y no dejarse arrastrar por una emoción, un impulso, un pensamiento,..
La ACT pone mucho énfasis en el lenguaje, los pensamientos son palabras, son narrativas que aparecen en la interacción con el mundo, los demás, y con la propia experiencia.
Si ampliamos el uso de la defusión, ésta también permite observar partes de uno, “veo que contigo se me despierta el yo seductor”
Yo soy quien soy, el que observa estos pensamientos o narrativas mentales.
4 pasos sencillos para para aprender a observarnos
Te propongo un ejercicio en 4 sencillos pasos para desfusionarse:
Defusion y acción esencial
- Ahora estoy teniendo un…pensamiento, emoción, me estoy contando una historia, un miedo,…
- Esto no soy yo
- Valor por el que apuesto libertad, eficacia, honestidad, pro acción, coherencia…
- Acción elegida: escribir 5 mins, enviar un whattsapp de apoyo, parar 10 mins, encender un incienso y leer, llamar a X, pedir un abrazo,…
El compromiso en terapia individual
La C de la Act es la de compromiso, éste va dirigido hacia uno mismo, mediante la conexión con los propios valores . En la terapia Gestalt el compromiso es con la propia autenticidad, con el fondo de nuestra experiencia personal del cual surgen distintas figuras y la aceptación incondicional de la propia experiencia y de la propia responsabilidad para gestionarla.
Esta aceptación condicional permite en terapia reconectar con el amor incondicional que quizás no tuvimos de pequeños, una validación incondicional y responsable sin dejarnos arrastrar por ninguna experiencia. La defusion empodera al yo real.
