La neurocepción es un concepto desarrollado por el psiquiatra y neurocientífico Stephen Porges que se refiere a la capacidad de nuestro sistema nervioso para detectar de forma inconsciente, sin intervención de la atención consciente, si una situación o persona es segura o amenazante para nuestro organismo.
En este post hablaremos cómo funciona la neurocepción y cómo aplicamos este concepto en nuestra consulta de psicología para el abordaje de problemas relacionados con el estrés y el sistema nervioso.
Conociendo el funcionamiento del sistema nervioso. Psicología y biología.
Nuestro sistema nervioso para protegernos evalúa constantemente la seguridad del ambiente que nos rodea.
Desde esta percepción no consciente, nuestro sistema nervioso actúa como un radar detector de amenazas, sin ningún filtro consciente. Actúa de manera automática e inconsciente, es considerada como un «sexto sentido», se parece al sentido arácnido de Spiderman, el cual zumba cuando se acerca un potencial enemigo.
Comprender la neurocepción, concepto desarrollado por Stephen Porges, puede ayudarnos a entender mejor nuestras reacciones instintivas y la forma en que nuestro sistema nervioso nos moviliza sin permiso de nuestra mente consciente, como un guardián defensor que actúa sin el permiso del rey.
En mi consulta de psicología y terapia, te ayudo a conocer mejor el funcionamiento de tu sistema nervioso y te ofrezco herramientas para gestionar tu sistema de alarma, todo ello orientado a que puedas crear las condiciones de un mayor bienestar en tu vida. Puedes solicitar una primera sesión informativa gratuita aquí.
Conoce cómo funcionan tus sensores internos para vivir mejor
Según Stephen Porges la neurocepción involucra más nuestra percepción y acción, que nuestro poder decisión, por eso considero tan importante atender a esta dimensión en mi consulta de psicología.
- La neurocepcion involucra estructuras cerebrales como la amígdala y áreas de la corteza temporal, y nervios craneales como el trigémino, facial, glosofaríngeo y vago, dichas áreas cerebrales evalúan el riesgo en el ambiente sin la participación de la atención consciente, como los sensores de un coche que te avisan de que otro vehículo está muy cerca o se acerca muy rápido.
- La neurocepcion se puede detectar en algunas situaciones cuando, sin saber, nuestro cuerpo se mueve antes de tropezarse con alguien en una esquina sin visibilidad, o nos tapamos un ojo cuando se nos puede caer algo de una estantería.
- La neurocepcion forma parte de nuestros mecanismos más primitivos heredados como especie los cuales están diseñados para la supervivencia, sin el filtro de nuestra mirada consciente.
- Se activan acciones incluso antes de que seamos conscientes del potencial peligro, en la supervivencia decidir no es una opción percibir y actuar de forma refleja es más eficaz en modo supervivencia.
- La detección de señales como movimientos/gestos corporales, expresiones faciales y vocalizaciones/tonos, distancias, en definitiva, movimientos sutiles, súbitos o inesperados de personas, animales, condiciones meteorológicas u objetos, cualquier estímulo que nuestro sistema nervioso autónomo percibe potencialmente amenazante.
Si quieres aprender a utilizar los recursos de la teoría polivagal de Stephen Porges para tu bienestar te invito a conocer nuestro enfoque, puedes leer artículos sobre psicología del trauma en nuestro blog, y conocer nuestro enfoque en consulta de psicología.
¿Cómo actúa la neurocepción y por qué es tan importante en terapia?
La neurocepcion es una percepción neuronal que no podemos controlar, permite detectar situaciones, a través del mecanismo de la amplificación de una señal nerviosa, por ejemplo: nos detenemos súbitamente antes de chocar en una esquina, alguien se acerca demasiado en una calle poco iluminada o una persona mayor se ha caído en una plaza.
No solo se detectan situaciones amenazantes hacia nosotros, sino también hacia otros organismos.
Esta amplificación permite dirigir nuestra atención al estímulo amplificado, a veces se traduce en un movimiento espontáneo del cuerpo de alejarse de alguien, o en empezar a correr hacia un anciano.
Todo ello es debido a los cambios fisiológicos que produce, como alteraciones en la frecuencia cardíaca y presión sanguínea. El sistema nervioso envía energía para responder y para la defensa.
La respuesta que moviliza la neurocepción puede seguir mayormente dos caminos:
- Conductas prosociales y de implicación con el otro para ayudar a otro humano.
- Respuestas defensivas como luchar, huir o paralizarse si se detecta un riesgo para uno mismo.
Este proceso inconsciente también explica por qué a veces preferimos un lugar a otro, o una persona, posiblemente nuestro sistema nervioso se siente más seguro además de cierto porcentaje de feeling o conexión.
El trauma psicológico y la neurocepcion
Hasta aquí hemos hablado de una neurocepcion estándar, pero el hecho es que haber sufrido traumas en menor o mayor medida, sean con T mayúscula o t minúscula, altera nuestro sistema de alarma y por ende la neurocepción.
Entonces la persona posee una respuesta exagerada que va más allá de la neurocepcion ante estímulos potencialmente amenazantes, pero que producen una hiperrespuesta del organismo, y entonces un ruido es un gran sobresalto, que un coche se me acerque demasiado en una salida de un parking es un ataque de ansiedad, o un susto nos dura demasiado.
En este caso es importante hacer un trabajo interno con algún profesional psicólogo o terapeuta que sepa trabajar esta secuela postraumática, una hipersensibilidad de nuestro sistema de alarma
En nuestra consulta de psicología exploramos formas para templar y regular nuestro sistema de alarma.
En terapia mayormente trabajaremos sobre dos vías, la cognitiva y la somática, como dos formas efectivas para regular el sistema nervioso cuando está en estado de alarma.
Es importante adaptar estas vías a la forma de ser individual de la persona, no todo vale para todos.
Usar la vía cognitiva en terapia:
- Se trata de configurar un radar consciente para compensar la neurocepción buscando en las situaciones que transitamos inputs de seguridad. Por ejemplo, en una situación en la que me desregulo buscar inputs de seguridad ya sean el tono de voz de la persona, la distancia con otras personas, la mirada del otro, sentir el apoyo de mis pies, …
Otra vía es la somática, por ejemplo, usando el golpeteo corporal:
- Usa tus puños cerrados para golpear suavemente tu cuerpo. Desde la cabeza hasta los pies, pasando por cabeza, tórax, brazos, abdomen, caderas, muslos, piernas y pies. Esto microgolpes, sean con puños o yemas de dedos, es importante que sean proporcionales a tu nivel de activación, si estás nervioso mejor suaves, a menos nerviosismo puedes añadir un poco de intensidad física. El sistema nervioso se relaja al reconocer que recibe microgolpes del exterior y que no sucede nada, es decir que no hay daño.
Un sistema de alarma “irritado” se activa en exceso cuando ve un estímulo parecido al de una situación traumática, es entonces cuando es importante buscar y verbalizar o verbalizarse a uno mismo que “todo parece ok”.
Recuerda que mejorar una neurocepción alterada es un proceso gradual. Sé paciente contigo mismo y celebra los pequeños avances. Con compasión y constancia, podrás desarrollar una mayor capacidad para sentirte seguro y regulado en tu cuerpo y entorno, con lo cual las hiperrespuestas disminuirán.