Emociones: Qué son y para qué sirven

Autoconocimiento y gesetión emocional

¿Qué son las emociones y para qué sirven? La terapia Gestalt y la gestión emocional

¿Qué son las emociones, para qué sirven y cómo puedes gestionarlas? Te explicamos la mirada de la Psicología y la Terapia Gestalt acerca de las emociones, para qué sirven y por qué es importante aprender a reconocerlas y gestionarlas. Vive tus emociones sanamente. ¡Empodérate!

Escrito por Marta Grimalt. Psicóloga y terapeuta Gestalt de Barcelona. Co-Directora de Gestalt Salut

¿Qué son las emociones y para qué sirven?

¿Te has preguntado alguna vez, qué son las emociones? La Psicoterapia Gestalt destaca la importancia de las emociones como fuente de información para saber lo que nos pasa con lo externo, ya sean personas o situaciones, y cómo éstas nos facilitan la conexión con nosotros mismos: El miedo nos informa de una amenaza, y nos conecta con nuestra vida, con lo que nos importa o con aquello a lo que no damos importancia, y qué podemos hacer al respecto.

La propuesta en terapia Gestalt es familiarizarnos con las emociones para poder aprender a:

  • > reconocer la emoción (¿cuáles son?)
  • > discriminarlas
  • > y gestionarlas cuando aparecen.

 

No podemos elegir la emoción que tendremos en media hora, pero sí podemos decidir qué hacer con ella, nuestra actitud ante lo que nos pasa.

Pero… ¿qué son las emociones?, ¿para qué sirven? Las emociones tienen una función orientativa, nos informan de cómo vivimos nuestras relaciones, con alguien o algo (una noticia, nuestro futuro) y de su calidad. Además de orientar, las emociones tienen una función adaptativa, de aprendizaje (nuestro organismo se adapta al medio aprendiendo actitudes y acciones como, por ejemplo, no poner la mano en el fuego o contener el miedo en una entrevista de trabajo). Las emociones son como un GPS de nuestro territorio relacional y un termómetro de lo que queremos y lo que no queremos en nuestra vida; así, podemos aceptar las relaciones que alimentan nuestra salud y evitar las que nos enferman.

Las emociones, además de repercutir en nuestra calidad de vida personal y relacional, son nuestra forma de percibir el mundo: si usamos siempre las gafas del miedo, veremos a las personas como una amenaza que nos puede dañar. Nos permiten entender cómo nos orientamos en la vida, qué evitamos y a qué nos acercamos. También nos permiten saber si estamos fijados en una o dos formas de percibir el mundo (el miedo y el enfado, o la alegría y el enfado).

Las emociones sirven para detectar aquello que nos importa y tiene sentido para nosotros…

Para saber qué son las emociones y para qué sirven desde la psicología y la terapia Gestalt tenemos que tener en cuenta que las emociones siempre se dan en relación con algo o con alguien, y detectar estos estímulos es el primer paso para saber qué nos pasa y cómo somos.

Por ejemplo: Si las personas invasivas nos dan miedo, esto nos permite discriminar un estímulo que nos perturba y nos informa de que somos introvertidos; y a su vez esto nos indica que, para ajustarnos a lo que vamos viviendo, quizá debamos aumentar nuestra tolerancia y aprender a poner límites.

Las emociones se dan en relación con estímulos que nos resultan significativos; si no, no nos emocionaríamos. La importancia de estos estímulos varía según la persona, el momento o la situación (un helado nos puede alegrar más en verano y menos en invierno o estar solos nos apetece más o menos según el día). Un estímulo suficientemente conmovedor nos moviliza nuestro organismo, que responderá con reacciones fisiológicas; por ejemplo, cuando nos enfadamos se produce un reflujo sanguíneo hacia las manos que nos impulsa a empujar o a golpear y un aumento hormonal (adrenalina) y del ritmo cardíaco. Así, las emociones nos permiten saber lo que nos importa o lo que tiene sentido para nosotros y el cuerpo, con su movilización de energía nos avisa claramente de ello.  

Para comprender qué son las emociones es importante poner atención en el cuerpo y los pensamientos…

A continuación te explicamos cómo se relacionan las emociones con el cuerpo y los pensamientos desde la psicología y la terapia Gestalt.

El cuerpo como recipiente de lo emocional

Lo emocional se vincula con nuestros cinco sentidos: un paisaje nos conecta con la serenidad; un olor, con la nostalgia; o una música, con la alegría. Cada emoción nos conecta con un campo de acciones distintas: la alegría nos lleva a compartir; el enfado, a eliminar o a apartar lo que nos molesta; la tristeza, a reflexionar o a soltar lo que nos duele; el miedo, a paralizarnos o a atacar o a huir, y la serenidad, al contacto amable con el otro o con nosotros mismos.

El cuerpo es el recipiente de lo emocional; así, la emoción repercute en la disposición del cuerpo: la alegría dispone al cuerpo a la expansión, a compartir, a tocar al otro. El miedo y la ansiedad dispone al cuerpo a luchar, a huir o a paralizarse. El cuerpo es la materia y las emociones, el líquido que le da movimiento y forma.

Las emociones y los pensamientos se retroalimentan…

Ambas formas de ser y estar en el mundo se retroalimentan. Igual que un pensamiento pesimista nos puede conectar con la tristeza, la tristeza nos puede despertar pensamientos catastróficos, como «no tengo remedio» o «todo saldrá mal». A través de la psicoterapia Gestalt individual podemos trabajar parae re-formular nuestras creencias, ya que con un pensamiento del tipo «la vida es un valle de lágrimas», difícilmente nos podamos conectar con la alegría.

Si, en cambio, nos permitimos vivir la tristeza sin llenarla de pensamientos catastróficos, la emoción se flexibilizará y evitaremos estar en un bucle. Además, si pensamos que «la vida es lo que es», nuestra emocionalidad estará  más abierta a lo que surja.

Además, lo que pensamos sobre cada emoción también modula su inhibición o su validez. Si pensamos que la alegría es una tontería, no nos la permitiremos mucho y aparecerá poco en nuestra experiencia.

¿Cómo puede ayudarte la terapia Gestalt a gestionar tus emociones?

Para gestionar las emociones desde la terapia Gestalt individual trabajamos básicamente en el aprendizaje para:

  • > Usar el lenguaje (decir «no», o pedir ayuda)
  • > Realizar una acción (irnos de una fiesta o invitar a alguien a un café)
  • > O actuar por un impulso (besar a alguien o tumbarnos en la mesa del trabajo para hacer una siesta).

 

En cualquier caso es importante ver qué cambia en el cuerpo (si se tensa o se destensa, se inquieta o se relaja) y qué nos estamos diciendo («soy cobarde», o «¡bien hecho!») al ejecutar la acción.

Desde la psicoterapia Gestalt trabajamos abriendo la posibilidad de incorporar y flexibilizar nuestras emociones, permitiéndonos vivirlas y experimentarlas en su totalidad, para que ninguna de ellas eclipse a las otras.

Infografía: Qué son las emociones y para qué sirven
Infografía – Terapia Gestalt y Gestión Emocional

Esperamos que este artículo sobre qué son las emociones, para qué sirven y cómo puedes gestionarlas desde la Terapia Gestalt te sea nutricio para tu desarrollo personal. Puedes dejarnos tus comentarios más abajo.

 

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