Polaridad fuerza-debilidad y terapia Gestalt – Gestalt Salut

daisy-747320_1920

 

Cuando te sientes vulnerable: Cómo vivir la polaridad fuerza-debilidad desde la Terapia Gestalt

En la vida solemos identificarnos con polaridades: «soy fuerte» o «soy débil». Al trabajar con las polaridades desde la terapia Gestalt, nos damos cuenta que estas vivencias no son lo que somos. En este post compartimos dos ejercicios de terapia para aprender de la polaridad fuerza-debilidad y asumir el hecho de que todos somos vulnerables, sin tanta angustia.

Parafraseando al terapeuta Gestalt Marcelo Antoni la vulnerabilidad es un cóctel de fuerza y de debilidad. Somos vulnerables, esto es un hecho. Y vivimos en las polaridades. Sin embargo en la vida solemos identificarnos con un polo según nuestro sentir: si me siento fuerte, digo que soy fuerte, cuando me siento débil, digo que soy débil, cuando me siento frágil, digo que soy frágil, estas experiencias de nosotros mismos son vivencias, no son lo que somos.

Ejercicio de terapia: ¿En qué extremo de la polaridad te identificas?

Desde la infancia, debido a una constelación de factores, que nos es más fácil identificarnos con uno de los extremos de esta polaridad, y si me reconozco frágil, no reconozco la parte fuerte que hay en mí, o por lo contrario si me identifico con ser fuerte no veo esa parte débil que también soy, y la vivo de forma angustiaste.

Ejercicio de terapia Nº 1:

Reflexiona acerca de cómo te hacían sentir tus padres, y si éstos te conectaban a lo fuerte o a lo débil, y como trataban tu vulnerabilidad.

“mi madre me conectaba a lo débil y a lo enfermizo, mi padre me hacia sentir fuerte pero despreciaba mi vulnerabilidad”

De la victimización a la omnipotencia: Polaridades y Gestalt

Consecuentemente, si no reconozco mi fuerza cuando estoy frágil, me victimizo, y si al estar en mi fuerza no puedo reconocer mi debilidad, me voy a la chulería o la omnipotencia.

En nuestro punto ciego no reconocemos que existen momentos del día en que conectamos con nuestra debilidad pura y dura (la impotencia), ya sea cuando no consigo abrir un armario, cuando no llega el metro o alguien me dice que no, de igual modo existen momentos del día en que me siento fuerte, cuando consigo lo que busco, o estoy en placer.

Y vamos por la vida dando pendulazos..

Ejercicio de terapia: Asumir la vulnerabilidad

Asumir y habitar nuestra vulnerabilidad, nos permite anclarnos en una zona media, y el camino del medio suele ser el más sabio. La vulnerabilidad no es ni buena ni mala, todo depende de cómo la vivamos.

 

El trabajo con polaridades desde la Terapia Gestalt, permite reconocer ambas vivencias en lo cotidiano, nos posibilita familiarizarnos con ellas, e ir aprendiendo a sostenerlas.

Ejercicio de terapia Nº 2:

Reconoce dos momentos cotidianos en los que te sientes débil.
> Por ejemplo: en las discusiones con mi pareja, al llegar al trabajo, …
Reconoce dos momentos cotidianos en los que te sientes fuerte.
> Por ejemplo: cuando organizo un evento, al salir del trabajo, …

Vivir las polaridades desde la Terapia Gestalt: «Somos muchos, no sólo un yo»

Otra forma de exclusión, es que solemos llamar débiles al conectar con nuestras dificultades y fuertes si nos identificamos con nuestras capacidades. Solemos pensar que lo que sabemos hacer es propio del yo, y que lo que no sabemos hacer “no soy yo”: soy terapeuta, no soy conductor de buses, no existo como conductor de buses, y me olvido que puedo desarrollar lo que no se, mis carencias y/o dificultades, y lograr conducir un autobús u otras cuestiones vitales que nos surjan deseables.

El trabajo con las polaridades desde la terapia Gestalt, nos permite asumir nuestra vulnerabilidad y lograr una mínima convivencia entre nuestra fuerza y nuestra debilidad, sin querer destruir ninguna de ellas, pudiéndonos atender y experimentar en ambos lados, sin castigarnos ni endiosarnos.

La exclusión es una gran fuente de malestar y neurosis, mientras que la inclusión nos lleva a la salud. Somos muchos, no solo un yo.

Incluir pasa por abrazar nuestra experiencia y cómo nos sentimos en ella.

Lo importante es aprender a sostenernos en nuestras vivencias, y surfear en ellas con la certeza integrada de que somos vulnerables.

De todas nuestras vivencias podemos aprender. Y para aprender de una experiencia, primero hay que tomarla.

Poema de RUMI: Casa de huéspedes


El ser humano es una casa de huéspedes.

Cada mañana un nuevo recién llegado.

Una alegría, una tristeza, una maldad

Cierta conciencia momentánea llega

Como un visitante inesperado.

¡Dales la bienvenida y recíbelos a todos!

Incluso si fueran una muchedumbre de lamentos,

Que vacían tu casa con violencia

Aun así, trata a cada huésped con honor

Puede estar creándote el espacio

Para un nuevo deleite

Al pensamiento oscuro, a la vergüenza, a la malicia,

Recíbelos en la puerta riendo

E invítalos a entrar

Sé agradecido con quien quiera que venga

Porque cada uno ha sido enviado

Como un guía del más allá.

Rumi


 

2 comentarios

  1. SUPER UTIL PARA MI Y PARA MI TRABAJO TU ARTÍCULO. TE FELICITO. NUNCA VI ASÍ ESTA POLARIDAD, INTENTARE RELACIONAR DE ESA MANERA OTRAS POLARIDADES.
    FELICIDADES Y MUCHAS GRACIAS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Buscar

CONTACTO

PRIMERA SESIÓN GRATIS

PRIMERA CONSULTA ORIENTATIVA GRATUITA Con un psicólogo o terapeuta Gestalt en nuestro centro de Psicología de Barcelona u online. ¡CONTACTA!

NEWSLETTER GESTALT SALUT

Artículos Recientes

blank

¡1ª SESIÓN INFORMATIVA GRATUITA!

Solicita una Sesión con uno de nuestros Psicólogos o Terapeutas