Para poder realizar una constelación es necesaria definir la demanda, el para qué la queremos realizar, sin esta demanda clara  la constelación familiar pierde su efecto, es como subir a un taxi y no decirle al taxista la calle y el número donde queremos que nos deje.

El constelador familiar es, metafóricamente, un taxista, y sin un mínimo de claridad, me niego a llevar a nadie en mi taxi, no tengo poderes paranormales para acertar donde vive el cliente o el destino que desea.

La demanda de Constelaciones Familiares que potencia y nutre, es específica y concreta, lo concreto nos potencia nos enraíza con la realidad:

Ejemplos de asuntos que puedes constelar:

• Puedes constelar para estar más tranquilo/a en pareja, pero no para tener la pareja que deseas idealmente.
• Puedes constelar para sentir tu fuerza ante tu padre o tu madre, pero no para llevarte bien con él/ella.

Un asunto de constelaciones familiares especifico nos clarifica, el indicador más específico y claro es el cuerpo, lo que vivo en mi cuerpo, preguntarme aquello que quiero sentir, por ejemplo, fuerza, descanso, paz…  Estas vivencias son más reales, en cambio, la aceptación, renunciar, perdonar, comunicarme asertivamente y un largo etc., son más abstractas. Y lo abstracto nos debilita.

La demanda que nos empodera en talleres de constelaciones familiares, o en constelaciones familiares individuales, se apoya/orienta en el presente y en  el futuro.

No se trata de hacer arqueología familiar para saber de dónde vienen mis dificultades con los hombres, se trata de lo que quiero desde el aquí en adelante, desde el presente hacia el futuro, para saber las causas ya existen otros métodos como el genograma o el psicoanálisis, etc…

Se trata de orientarnos al futuro, de saber qué quiero incorporar en mi vida. ¿Prefieres saber la causa de tu tendencia depresiva, o tener una vida más alegre? Porque quizás ambas cosas no son posibles. Tener una hipótesis de causa puede ser que te ayude más a estigmatizarte. En cambio, ir hacia tu expansión futura te conecta al aquí y a lo nuevo. Y lo nuevo, regenera.

Una demanda de constelaciones familiares que no tenga peso, no es relevante constelarla. Sólo lo que influye con claridad en tu vida, sea en el trabajo, en la pareja, en lo vocacional… merece ser constelado.

Las constelaciones familiares no son para curiosear, son para indagar en lo necesario. Mejor vivir que mirar piedrecitas que no me impiden caminar. Si doy espacio a cualquier cosa que me sucede o pienso, no discrimino las experiencias relevantes en mi vida y no respeto mi grandeza, pierdo mi energía en detalles que magnifico. 

Una demanda clara, con peso, orientada al futuro facilita el caminar hacia donde queremos que sea de lo que trata la vida. Asimismo la constelación familiar puede propiciar un paso, dos o mil e incluso algunas me dejen en el destino deseado,  lo importante es que nos acerquen a un destino lo más feliz y vital posible.

Esperamos que estas sugerencias sobre constelaciones familiares te sean útiles, y recuerda que puedes dejarnos tus comentarios al final del post.

Por Jordi Gil. Psicólogo, Terapeuta Gestalt y Constelador Familiar de Barcelona.